Empezaré diciendo que esta serie me ha robado (literalmente) horas de sueño, horas que debería haber dedicado a la lectura y quizá alguna hora que debería haber dedicado al relax o al ejercicio físico. Es sencillamente MAGNÍFICA. Lo triste es que se confirma lo que, de una u otra manera, muchos pensamos: Italia, con ser el país maravilloso que es y al que los españoles debemos tanto (la Romanización, de seguro lo mejor que nos ha sucedido en nuestra agitada historia) es posiblemente LA MANZANA PODRIDA DE EUROPA. Es obvio que de Roma para abajo el Estado es poco menos que inexistente y que los Clanes campan a sus anchas, estableciendo sus reglas, cobrando sus tributos y ejerciendo su "justicia" a su manera. Se reparten territorios, hacen "alianzas" (que no dudan en traicionar cuando les conviene) y dirimen sus "diferencias" como mejor saben: visita de matones que te rompen los huesos, o simple y llanamente un tiro en la nuca.
Si lo que vemos en la serie es cierto, el numero de homicidios que se producen en la bella Nápoles debe ser pavoroso. No se como una familia, digamos "normal" (no involucrada en el mundo del crimen), y con pocos recursos, puede vivir allí.
La serie es excepcional, una verdadera joya (como digo en otra de mis críticas refiriendome a otra grandísima serie italiana: Romanzo criminale).