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IDFA 2024

Crítica: Personale

por 

- En su documental de debut, Carmen Trocker deconstruye un hotel italiano de lujo, en el que el personal lidia con exigentes expectativas mientras forja una fuerte comunidad

Crítica: Personale

Lo que ocurre “entre bastidores” en un hotel no se queda ahí, afirma Carmen Trocker en su primer largometraje, el documental Personale [+lee también:
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—cuyo título significa “personal” o “plantilla” en italiano—. El trabajo de observación de Trocker, que acaba de estrenarse a nivel mundial en la sección Luminous del IDFA, entrelaza temas como el transnacionalismo, el trabajo no reconocido y la comunidad. En esta reinterpretación del lugar y del espacio, la recopilación de instantáneas del largometraje deconstruye la lujosa fachada del hotel, transformando así un espacio de relajación en un lugar de trabajo intenso y, a veces, precario.

El concepto, aparentemente sencillo, sigue el trabajo diario del personal de limpieza transnacional —y, en su mayoría, femenino— (Rodica Merlici, Ousmane Diarra, Olena Mokilak, Raimonda Kacbufi, Klodiana Dedej e Ibrahim Tounkara) del Cavallino Bianco, un hotel familiar de cuatro estrellas ubicado en los Dolomitas italianos, en la región de Tirol del Sur. Bajo la supervisión de la gobernanta Camelia Ungureanu, la responsable de personal se asegura de que el equipo trabaje duro —en un momento dado, se reconoce la sobrecarga a la que están sometidos todos— para mantener la estética deseada del hotel, la cual gira en torno a detalles tan aparentemente insignificantes como la posición de los cojines con cremallera.

Entre tareas diarias como hacer las habitaciones y otras mucho menos agradables, como limpiar ropa manchada de vómito, los trabajadores del hotel encuentran formas de conectar entre distintas edades y culturas, incluso cuando la mayoría se comunica en su segunda, tercera o hasta cuarta lengua. “No es mi trabajo; es nuestro trabajo”, dice Ruth Siehi Monsekela, al hablar sobre el reparto justo de responsabilidades. Pero esta filosofía parece aplicarse a todo el hotel. Una joven de Libia y un joven de Mali se ponen de acuerdo sobre dónde celebrar el Ramadán, mientras que otros miembros del personal se consuelan mutuamente tras arruinar accidentalmente un caro jersey de cachemira. En una escena, tres personas discuten sobre quién debe regar las flores; en otra, se chocan los cinco por un trabajo bien hecho. Cada conversación aporta algo nuevo a esta película que prácticamente carece de argumento alguno.

Trocker introduce al público en su lenguaje cinematográfico desde muy temprano, y lo hace mediante la apuesta por un minimalismo accesible acompañado del muy activo diseño sonoro de Nora Czamler. Personale comienza con un empleado alineando hamacas, y cada chirrido y roce del metal contra el suelo se siente molesto para los oídos del espectador. Incluso cuando el sonido pasa a ser ambiente, siempre está presente: el rugido de las lavadoras industriales, el susurro de las suaves y blancas sábanas, el zumbido de las luces fluorescentes…

La cámara de la directora de fotografía Małgorzata Szyłak es atenta pero no voyeurista; nunca convierte las tareas en algo mecánico ni las fetichiza de forma reductiva, preservando así la determinación del personal. Las tomas largas rara vez son completamente estáticas; se mueven sutilmente para seguir al personal en sus desplazamientos y permitirnos observar sus vidas tal como son. En contraste, las tomas intercaladas con restos de pastel o montones de basura están completamente inmóviles, como si Trocker estuviera creando retratos de naturaleza muerta. Como Personale está rodado íntegramente dentro del hotel, cuando finalmente aparece en pantalla una toma del deslumbrante paisaje verde que rodea el edificio, la imagen se percibe como profundamente artificial.

En una escena final, dos hombres del personal de recepción del hotel, vestidos con impecables camisas blancas abotonadas, pasan junto a dos mujeres del documental que hablan en ruso. Uno de los hombres incluso alza una ceja hacia la cámara, como cuestionando la presencia del objetivo filmándolas. Ese momento nos recuerda que lo que hemos estado observando todo este tiempo es algo que “no deberíamos ver”, pero la importancia de este acto de testimonio y reconocimiento persiste incluso después de del final de la película. No todo es tan hermoso como parece, pero al menos se pueden encontrar fragmentos de belleza en la vida real.

Personale es una producción de la empresa de Trocker Bagarrefilm (Italia) y Mischief Films (Austria), en colaboración con Albolina Film (Italia). Las ventas internacionales de la película corren a cargo de filmdelights.

(Traducción del inglés)

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