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VISIONS DU RÉEL 2025

Crítica: La Dernière Rive

por 

- Jean-François Ravagnan explora lo que hay detrás de una trágica imagen mediática, la de un joven gambiano ahogado en Venecia, para preguntarse sobre sus raíces y otorgarle un nombre

Crítica: La Dernière Rive

Jean-François Ravagnan ha estrenado a nivel mundial su primer largometraje documental, La Dernière Rive, en la sección Highlights del Visions du Réel. Aunque en 2015 estrenó Renaître, un cortometraje de ficción, a Jean-François Ravagnan se le conoce principalmente por su trabajo como asistente de dirección en películas como Alma mater [+lee también:
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La Dernière Rive comienza con unas imágenes de lo más impactantes que grabó apresuradamente un turista veneciano en enero de 2017. El vídeo muestra a un joven gambiano ahogándose en el Gran Canal ante la mirada de un centenar de turistas. Los insultos racistas no hacen sino sumergir los gritos de auxilio, pero lo más alarmante de todo es que nadie mueve un dedo. Ante el espectáculo de estas imágenes, la cobertura mediática del escándalo y la ira por la pasividad insensata de los espectadores —que podría llevar al asombro y, posteriormente, a la indignación—, el director opta por el camino de la complejidad, dando voz a quienes conocían a Pateh, el chico del canal. A medida que se desarrollan sus relatos, queda claro que la historia del joven es a la vez un relato universal del exilio y la historia singular de un hombre devastado por la soledad y la nostalgia.

El largometraje no contiene entrevistas filmadas; el enfoque es personal y el medio no es otro que las privilegiadas voces humanas, que amplifican la intimidad del relato y contribuyen no solo a dar identidad a Pateh, sino también a resaltar la densidad, la complejidad y la singularidad de su viaje. Su madre, que se muestra destrozada por el dolor, habla por sí misma, pero también por todas las mujeres del pueblo que lloran la pérdida de sus hijos. Su padre y su hermano hablan del dolor de la pérdida, pero también de la culpa por haber dejado que un ser querido soportara todo el peso y los riesgos que conlleva el abandono del hogar. En la pantalla se suceden escenas de la vida cotidiana, con o sin sus seres queridos, tanto en Gambia como en Malta, donde Pateh intentó durante un tiempo rehacer su vida.

También entendemos que, aunque Pateh ha sobrevivido a los numerosos peligros del proceso migratorio —la espera en Libia, la travesía del Mediterráneo, los campos en Italia, los trámites burocráticos—, su calvario estaba lejos de haber terminado. Al individualizar el recorrido de Pateh, marcado por una melancolía fatal del exilio que lo llevó al borde de la locura, La Dernière Rive aporta profundidad a la reflexión sobre la acogida de los trabajadores migrantes, y en particular sobre su atención psicológica. La aparente dulzura de las imágenes y del ritmo, así como la forma poética de la película, contrastan con su inicio y permiten no solo darle densidad a la indignación inicial, sino también individualizar el duelo y, por tanto, hacerlo menos genérico para comprender mejor su alcance.

La Dernière Rive es una producción de Dérives (Bélgica), en coproducción con Michigan Films (Bélgica), Wallonie Image Production, Sténopé (Bélgica) y Les Films d’ici (Francia).

(Traducción del francés)

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