Crítica: Iddu
por Camillo De Marco
- VENECIA 2024: Fabio Grassadonia y Antonio Piazza continúan su reflexión sobre la mafia en Sicilia con Elio Germano en el papel de un capo a la fuga y Toni Servillo en el de un político corrupto
El dúo de directores compuesto por Fabio Grassadonia y Antonio Piazza debutó en la Semana de la Crítica de Cannes 2013 con Salvo [+lee también:
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ficha de la película], un brillante y creativo western moderno sobre un sicario de la mafia de Palermo cuyo camino se cruza con el de una joven ciega de nacimiento. Unos años más tarde, volvieron a las andadas con la película inaugural de la Semana de la Crítica de Cannes 2017, un asombroso y oscuro cuento de hadas titulado Sicilian Ghost Story [+lee también:
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ficha de la película], en el que se sirvieron de la fantasía para explorar la brutal noticia de un niño que había sido secuestrado y cruelmente asesinado. Es precisamente este continuo viaje de reflexión en torno a la evolución de la (sub)cultura mafiosa —como herederos posmodernos del gran cine del compromiso civil italiano de Giuliano Montaldo, Elio Petri y Francesco Rosi— el que ha llevado a los dos directores a escribir y dirigir Iddu [+lee también:
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ficha de la película], su nuevo trabajo, que ha sido presentado en la competición oficial del Festival de Venecia.
Esta nueva película también se inspira en una noticia reciente: los múltiples años que pasó huido el poderoso jefe de la Cosa Nostra, Matteo Messina Denaro, que no fue capturado hasta enero de 2023 en una clínica privada donde estaba siendo tratado. Iddu profundiza en la dimensión paranoica por la que se caracterizó su vida en la clandestinidad, desde donde el criminal siguió ejerciendo su poder, repartiendo órdenes e indicaciones mediante “pizzini” (trozos de papel doblados varias veces que hacía llegar a sus cómplices). Pero en esta ocasión, los directores exploran la relación orgánica entre la mafia y las clases dirigentes o, dicho sin rodeos, la protección que el gobierno proporciona a los capos. Gracias a la interpretación de un protagonista de alto nivel como Elio Germano, siempre dispuesto a sumergirse en las almas más profundas —por oscuras que sean— de sus personajes, el capo que se esconde en el apartamento de una mujer chantajeada (Barbara Bobulova) se nos muestra en toda su ferocidad reprimida, sus fijaciones y su dedicación a un pasado compuesto de ritos y reglas heredados y a un presente caracterizado por una sospechosa precaución encaminada a mantener el poder. Es como un león enjaulado que se mueve a través de la claustrofóbica fotografía de Luca Bigazzi, sobre todo en los flashbacks en los que el joven Matteo se enfrenta a su figura paterna —también fugitivo—.
La interpretación de Elio Germano se ve respaldada por Toni Servillo —en su primera película juntos—, que encarna a Catello, un profesor y político que en otro tiempo tenía mucha relación con el padre del capo y al que los servicios secretos se dirigieron una vez liberado de la cárcel para pedirle que colaborara en la captura de su ahijado, Matteo, a cambio de permiso para construir un hotel ilegal. Catello, culto e ingenioso, entabla posteriormente una conversación a distancia con el capo fugitivo mediante largas cartas destinadas a propiciar un encuentro entre ambos.
La investigación y la relación entre Servillo y sus hombres son los aspectos menos logrados de la película, a pesar de la presencia del brillante Fausto Russo Alessi (Tommaso Ragno y Antonia Truppo también forman parte del excelente reparto de la película). La relación que se establece entre Catello y la detective (Daniela Marra) resulta particularmente extraña y desacertada. Dada la ingente cantidad de escritos de ficción y no ficción disponibles, el volumen igualmente ingente de filmografía sobre el tema, los millones de páginas de investigaciones y pesquisas criminales y las miles de horas de escuchas telefónicas, es perfectamente natural que se pierda claridad y concisión narrativa, sobre todo si eres siciliano y “sientes” las heridas de tu tierra en mayor medida que los demás. Esta comedia negra deja así demasiados resquicios al cine de investigación, por lo que el espectador corre el riesgo de perderse.
Iddu es una coproducción italo-francesa de Indigo Films con Rai Cinema y Les Films du Losange. Las ventas internacionales de la película corren a cargo de Les Films du Losange.
(Traducción del italiano)
Galería de fotos 05/09/2024: Venice 2024 - Iddu
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© 2024 Fabrizio de Gennaro for Cineuropa - fadege.it, @fadege.it
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