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KARLOVY VARY 2024 Proxima

Crítica: Trans Memoria

por 

- La artista conceptual Victoria Verseau no se reprime en su primer largometraje, que documenta a la vez una vuelta a sus recuerdos, su dolor y su proceso de transición

Crítica: Trans Memoria

La artista y cineasta sueca Victoria Verseau comienza su poema cinematográfico Trans Memoria [+lee también:
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con un primer plano de pequeños objetos semitransparentes, que en un principio resultan indistinguibles. Envoltorios de plástico, preservativos usados, auriculares blancos con su cable, un hueso: todos estos restos de una vida vivida iluminan la pantalla con su presencia, pero su significado permanece oculto.

“Colecciono, documento, escribo mis recuerdos, por miedo a que desaparezcan”, confiesa Verseau en una voz en off tan fantasmal como los objetos desgastados y rotos. Con un proyecto radicalmente abierto y personal como este, Verseau se presenta como una directora a tener en cuenta, mientras que su compromiso estético y ético con el cine ha conseguido que Trans Memoria se estrene mundialmente en la competición Proxima de Karlovy Vary.

En su ópera prima, la directora regresa a Tailandia, donde se sometió a una operación quirúrgica de reafirmación de género en 2012. Pocas veces una serie de lugares imprecisos han resultado tan personales para un espectador desprevenido: un hospital, una habitación de hotel, una playa desolada que nada tiene que ver con las imágenes de postal de Tailandia que estamos acostumbrados a ver. De hecho, estos lugares existen en Trans Memoria como muchas cosas a la vez: una cápsula del tiempo, una caja de recuerdos, un diorama y una versión taxidérmica de lo que debió de ser ese pasado cuando Verseau despertó de su operación y se filmó a sí misma, apenas consciente. Al recordar los días, meses y años posteriores a la operación, la cineasta describe a menudo la presencia de Meril (su amiga íntima, que pasó por el quirófano y la transición al mismo tiempo que ella) como angelical y fantasmal. Angelical porque Meril la salvó compartiendo este camino, y fantasmal porque acabó suicidándose.

La dualidad y la ambivalencia son nociones fundamentales para Trans Memoria y para la miríada de experiencias trans a las que la película rinde homenaje. Se trata sin duda del primer documental de una creadora trans que se aleja decididamente de los arcos narrativos tradicionales y los comenta intencionadamente. Hay algunas secuencias intensas en las que las amigas de Verseau, Athena y Ameena, expresan sin reparos sus opiniones y desafían a la directora, tanto por su forma de hacer cine como por su actitud. La inclusión de este tipo de escenas demuestra el compromiso de la película a la hora de acoger la multiplicidad de puntos de vista y experiencias personales, incluyendo temas como la muerte o el suicidio. Trans Memoria no es solo una película personal, es un regalo precioso.

Volver al pasado no es fácil, ya que implica revisitar un recuerdo que choca con la realidad, y el borrado que conlleva la repetición nos golpea profundamente, tanto en la superficie de la pantalla como en el impacto emocional de las propias escenas. Verseau incorpora vídeos en baja resolución de su propio diario filmado junto con imágenes del presente, y la inestabilidad de los primeros complementa la calma y la serena melancolía de las tomas largas de lugares desiertos. Ese hotel sin nombre en Tailandia es el mismo y al mismo tiempo no lo es: la película consigue transmitir esa superposición de forma extraordinaria, sin recurrir a trucos ni explicaciones. La voz en off de Verseau, cruda y confesional, no solo se oye, sino que también se siente en cada imagen que nos ofrece el director de fotografía Daniel Takács. Al esbozar respuestas más amplias, esperanzadoras y veraces a cuestiones como la feminidad o la libertad de vivir y morir (entre muchas otras), Trans Memoria muestra al mismo tiempo un anhelo por lo que se ha perdido irreversiblemente y el sueño de que, tal vez, no todo se haya ido para siempre.

Trans Memoria es una producción de HER Film, con sede en Estocolmo, coproducida por la compañía francesa Les Films du Bilboquet. Outplay Films se encarga de las ventas internacionales del documental.

(Traducción del inglés)

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