'Viuda Negra' dio el pistoletazo de salida a la fase 4 de Marvel en una era en la que reconozco sin ningún tipo de rubor que no es que tuviera la mejor de las pintas con unos personajes como este Shang-Chi o unos Eternos ya estrenados que no es que me dieran ganas instantáneas de darle al taquillero el dinero de la entrada. Quedan personajes como Spider-Man (quien hasta que no tenga mejores creativos detrás no terminará de dar el salto hacia delante), Guardianes de la galaxia, Thor y Doctor Strange para tirar del futuro más cercano de Marvel Studios, un futuro que si tuviera que depender de Shang-Chi y sus diez joyas que Dios nos coja confesados.

Marvel ha querido apostar por el cine hecho en Asia sobre artes marciales para presentar al primero de sus nuevos personajes que tienen que tomar el relevo de la vieja guardia. Una aproximación al género que podría haber funcionado en manos de gente más capacitada, no tengo duda de ello, pero no lo hace por una alarmante falta de carisma en su reparto, entre otras cosas.

No tenía ni idea de quien era Simu Liu hasta que le he visto como protagonista en este filme y tengo que decir que no he tenido una gran revelación de una estrella en ciernes y ni siquiera de un relevo en condiciones de la vieja guardia. Liu me ha parecido bastante soso y con esa falta de carisma antes citada que es un ingrediente básico para que un actor interpretando a un superhéroe pueda triunfar. Del resto del reparto solamente salvaría a los veteranos Michelle Yeoh y Tony Leung, presencias con interpretaciones más certeras que dan más caché y carisma. Sí que me habría gustado ver a este Mandarín contra Tony Stark.

El guion está escrito a tres manos, y quien sabe si por exceso de cocineros o falta de talento de los mismos que su historia no me ha enganchado a pesar de los elementos de romance, drama y acción metidos. Cuando la mayoría de actores no transmiten y el libreto no arriesga para ofrecer al público algo ligeramente diferente a lo establecido sucede que aunque me estén contando la mayor de las tragedias o la mayor de las alegrías mi estado de ánimo no cambiará en absoluto. Pocas veces durante la narración algo me hacía estar en alerta.

Al menos a nivel de acción y a nivel técnico no puedo ponerle muchos peros. La inspiración del cine de artes marciales ha estado bien metido y la fotografía, dirección artística y vestuario han estado a un buen nivel, salvo las indumentarias finales de Shang-Chi y su hermana, tan simples que son poco atractivos y como objetos de merchandising me extrañaría que tuvieran demanda. En términos de marketing, no es que esta película tenga un potencial descomunal, la verdad.

Ya veía esto venir cuando vi sus trailers y decidí que no eran merecedores de que les diera mi dinero. Se nota que han querido tomarse la cosa en serio buscando una nueva orientación y tal y pascual, pero por el anillo no paso; no quiere decir que no de más oportunidades a todo lo que tenga que ver con este personaje que tenga que venir en el futuro, porque nunca se sabe donde puede estar la buena fortuna y el puzzle perpetuo que monta Marvel Studios anima a no perderse nada, mas han empezado con el pie izquierdo.