The Lost ThingCortometrajeAnimación
6.6
1,768
Animación. Drama. Fantástico
Un joven encuentra una extraña criatura en la playa y decide buscarle un lugar en el mundo en el que pueda encajar. (FILMAFFINITY)
15 de marzo de 2011
15 de marzo de 2011
26 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
El corto ganador del Óscar de 2010 viene dotado de gran calidad visual y sonora. Me emociona un poco esta pequeña metáfora sobre la diferencia y la marginación.
Una estética que recalca la manía de indicar y de orientarse, señales con flechas por doquier, para que la gente siga caminos confusos. Revelándose inútiles, pues en realidad no conducen a ninguna parte. Transportes urbanos que vienen y van, llevando y trayendo, en un trasiego intrascendente. Carteles y más carteles, semáforos que no regulan tráfico alguno, calles insulsas, mecanización excesiva, transeúntes grises que deambulan de acá para allá, ajenos a los problemas de los demás, embutidos en su cuadriculados quehaceres.
Un chico cargado con una mochila agudiza la vista y mira a su alrededor, cosa que el resto no hace. Va buscando cosas perdidas, estrambóticas, abandonadas, en las que nadie se fija. Todos andan demasiado ocupados para recoger trastos inservibles.
Hay un trasto vivo semienterrado en la playa. El chico se pregunta cómo encontrar una ubicación para él, para que no se sienta solo. No se puede quedar en su casa, pero tampoco puede dejarlo tirado, pues su corazón no es gris.
Dulce historia sobre el acto de tender una mano cuando más se necesita.
Una estética que recalca la manía de indicar y de orientarse, señales con flechas por doquier, para que la gente siga caminos confusos. Revelándose inútiles, pues en realidad no conducen a ninguna parte. Transportes urbanos que vienen y van, llevando y trayendo, en un trasiego intrascendente. Carteles y más carteles, semáforos que no regulan tráfico alguno, calles insulsas, mecanización excesiva, transeúntes grises que deambulan de acá para allá, ajenos a los problemas de los demás, embutidos en su cuadriculados quehaceres.
Un chico cargado con una mochila agudiza la vista y mira a su alrededor, cosa que el resto no hace. Va buscando cosas perdidas, estrambóticas, abandonadas, en las que nadie se fija. Todos andan demasiado ocupados para recoger trastos inservibles.
Hay un trasto vivo semienterrado en la playa. El chico se pregunta cómo encontrar una ubicación para él, para que no se sienta solo. No se puede quedar en su casa, pero tampoco puede dejarlo tirado, pues su corazón no es gris.
Dulce historia sobre el acto de tender una mano cuando más se necesita.
23 de febrero de 2011
23 de febrero de 2011
21 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Andrew Ruhemann y Shaun Tan presentan un corto que habla de temas bastantes trascendentes: la soledad, la diferencia, la alineación de una sociedad individualista, marcada con números y maquinizada.
Lo hacen narrándolo con voz en off y con cierto romanticismo por cuentos del pasado. Precisamente el gran defecto de “The Lost Thing” es que, pese a ese aire de originalidad y premios que ha conseguido, no sorprende como debiera.
Un coleccionista de chapas (sí, es un friqui y tiene la apariencia de friqui) encuentra un misterioso e indescriptible ser ‘enlatado’. Pese a intentar buscar una explicación de su naturaleza no la encuentra. Lo distinto, distinto es, ¿no? Hay cierta condescendencia por la fragilidad de la emoción en la amistad y el descubrimiento. Tiene algún plano resultón y banda sonora apañada… Ni objetos perdidos ni un mundo sobresaturado de señales que llevan a ninguna parte. Falta humor y grandeza en ese mundo donde la diferencia es apartada en lugares remotos y sin posibilidad de escape. Podría ser un gran mural animado de Miró y alcanzar por un instante la genialidad de “Mi vecino Totoro”. Ni lo uno, ni lo otro. Falta sangre y empatía. Posiblemente a “The Lost Thing” carezca de algo que sólo se consigue en lugares remotos y perdidos… y que se llama magia.
Lo hacen narrándolo con voz en off y con cierto romanticismo por cuentos del pasado. Precisamente el gran defecto de “The Lost Thing” es que, pese a ese aire de originalidad y premios que ha conseguido, no sorprende como debiera.
Un coleccionista de chapas (sí, es un friqui y tiene la apariencia de friqui) encuentra un misterioso e indescriptible ser ‘enlatado’. Pese a intentar buscar una explicación de su naturaleza no la encuentra. Lo distinto, distinto es, ¿no? Hay cierta condescendencia por la fragilidad de la emoción en la amistad y el descubrimiento. Tiene algún plano resultón y banda sonora apañada… Ni objetos perdidos ni un mundo sobresaturado de señales que llevan a ninguna parte. Falta humor y grandeza en ese mundo donde la diferencia es apartada en lugares remotos y sin posibilidad de escape. Podría ser un gran mural animado de Miró y alcanzar por un instante la genialidad de “Mi vecino Totoro”. Ni lo uno, ni lo otro. Falta sangre y empatía. Posiblemente a “The Lost Thing” carezca de algo que sólo se consigue en lugares remotos y perdidos… y que se llama magia.
12 de agosto de 2010
12 de agosto de 2010
7 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
El corto de Andrew Ruhemann puede echar para tras a una gran cantidad de público en un primer momento, aunque recomiendo darle una oportunidad. Reconozco que no son imágenes al uso, como a muchos de vosotros os habrá pasado me esperaba que fuese animado más o menos elaborada la animación, pero al fin y al cabo algo animado. Técnicamente no está muy elaborado, lo que de verdad te atrapa es ese acompañamiento musical, el cual hace más llevadero el paso de imágenes .Lo que más destaca es una historia muy fresca, con un tono muy original.
La historia no da mucho tiempo a conocer a ningún personaje, aunque vemos un tono pasota con un fino humor negro en alguna línea de la narración por parte del protagonista.
Así mismo las imágenes también me han impresionado gratamente, presentan un universo un tanto burtoniano, seres indescriptibles, tentáculos, edificios con reminiscencias góticas y habitaciones misteriosas. Los espacios urbanísticos son muy originales, los cuales describen un proto mundo futurístico extrañamente cercano.
Un buen corto que podría dar más de sí con algo más visual.
No sé qué pasaría si algún director como Terry Gilliam o Tim Burton o Jean-Pierre Jeunet reparase en esta historia. Hay lo dejo.
La historia no da mucho tiempo a conocer a ningún personaje, aunque vemos un tono pasota con un fino humor negro en alguna línea de la narración por parte del protagonista.
Así mismo las imágenes también me han impresionado gratamente, presentan un universo un tanto burtoniano, seres indescriptibles, tentáculos, edificios con reminiscencias góticas y habitaciones misteriosas. Los espacios urbanísticos son muy originales, los cuales describen un proto mundo futurístico extrañamente cercano.
Un buen corto que podría dar más de sí con algo más visual.
No sé qué pasaría si algún director como Terry Gilliam o Tim Burton o Jean-Pierre Jeunet reparase en esta historia. Hay lo dejo.
8 de junio de 2011
8 de junio de 2011
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
No hay mucho que decir sobre un corto mas que la sencillez con que se relata la historia es atrapante.
El diseño, las texturas y la forma de presentar las escenas es brillante.
La imaginación necesaria para crear a los personajes es prácticamente de un niño.
Los sentimientos que se expresan no están muy claros, pero abarcan todos los que uno puede sentir cuando pasa de la niñez-adolencia a ser adulto.
En síntesis LINDA.
El diseño, las texturas y la forma de presentar las escenas es brillante.
La imaginación necesaria para crear a los personajes es prácticamente de un niño.
Los sentimientos que se expresan no están muy claros, pero abarcan todos los que uno puede sentir cuando pasa de la niñez-adolencia a ser adulto.
En síntesis LINDA.
16 de marzo de 2013
16 de marzo de 2013
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Shaun Tan es uno de esos genios capaces de traducir en imágenes los temores profundos que suscita la sociedad contemporánea. En este corto, hecho en Australia, pero probablemente con la mirada puesta en China, lo consigue de pleno.
El film es de los que dejan huella en personas medianamente sensibles, algo así como una vacuna para que no se haga realidad lo que evidencian sus expresivas ilustraciones. Para mí, reúne todas las condiciones de una obra de arte.
El film es de los que dejan huella en personas medianamente sensibles, algo así como una vacuna para que no se haga realidad lo que evidencian sus expresivas ilustraciones. Para mí, reúne todas las condiciones de una obra de arte.
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