Mientras esté vivo
2021 
6.7
241
Drama
Un hijo (Benoît Magimel) en negación de una enfermedad grave. Una madre (Catherine Deneuve) frente a lo insoportable. Y entre ellos un médico y una enfermera luchando por hacer su trabajo y conducirlos a la aceptación. Tienen un año y cuatro estaciones para reunirse y comprender lo que significa morir mientras viven.
20 de julio de 2023
20 de julio de 2023
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Emmanuelle Bercot nos trae esta emotiva y didáctica cinta que firma como guionista y directora, interpretada por un sobresaliente Benoît Magimel en su papel protagonista, actuación que le valió un merecido Premio César al mejor actor principal en la edición de 2022. A Magimel le acompañan Catherine Deneuve, correcta en su rol de madre que no puede asumir el panorama demoledor; Cécile De France, cálida y convincente en su papel sanitario; y Gabriel Sara, un prestigioso oncólogo en la vida real, que aporta una visión humanista de la relación médico-paciente.
No se trata de una película más sobre el cáncer. Al contrario: es un drama muy respetuoso acerca de la fase terminal del cáncer de páncreas que padece el protagonista, un actor y profesor de teatro que en un breve plazo de tiempo debe aprender a aceptar su situación, a ordenar su vida (el tablero de juego, el escritorio vital) y a despedirse de todo y de todos. La película aborda la tesitura del protagonista-paciente desde el humanismo y la empatía, a la vez que subraya los dilemas a los que se enfrenta cualquier enfermo en fase terminal.
Un punto a destacar es la decisión de la realizadora de poner también el foco en el personal sanitario: sus necesidades, su estrés y su implicación vocacional con los pacientes. Aquí lo narrativo adquiere un tono documental, lo cual me parece acertado y novedoso.
En resumidas cuentas, nos encontramos ante un tratado del buen vivir y del buen morir. Mientras vivimos, nos identificamos con personas, cosas y situaciones (la mente egótica, el deseo de posesión, yo, mi, mío), pero próximos a la muerte no queda otro remedio que ordenar el escritorio vital y el mapa del alma antes de la última exhalación.
No se trata de una película más sobre el cáncer. Al contrario: es un drama muy respetuoso acerca de la fase terminal del cáncer de páncreas que padece el protagonista, un actor y profesor de teatro que en un breve plazo de tiempo debe aprender a aceptar su situación, a ordenar su vida (el tablero de juego, el escritorio vital) y a despedirse de todo y de todos. La película aborda la tesitura del protagonista-paciente desde el humanismo y la empatía, a la vez que subraya los dilemas a los que se enfrenta cualquier enfermo en fase terminal.
Un punto a destacar es la decisión de la realizadora de poner también el foco en el personal sanitario: sus necesidades, su estrés y su implicación vocacional con los pacientes. Aquí lo narrativo adquiere un tono documental, lo cual me parece acertado y novedoso.
En resumidas cuentas, nos encontramos ante un tratado del buen vivir y del buen morir. Mientras vivimos, nos identificamos con personas, cosas y situaciones (la mente egótica, el deseo de posesión, yo, mi, mío), pero próximos a la muerte no queda otro remedio que ordenar el escritorio vital y el mapa del alma antes de la última exhalación.
26 de enero de 2025
26 de enero de 2025
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque puede que peque de sensiblera y se deslice en algún momento por la escarpada y peligrosa senda del telefilm, sin duda resulta sumamente interesante “Es su vida”, la propuesta en torno a la muerte y los cuidados paliativos de la consolidada cineasta francesa Emmanuelle Bercot. Sobre todo, no cabe duda de que estamos ante un expreso, justo y necesario homenaje al personal médico de la sanidad pública y la sensibilidad y cariño que derrochan en torno a los cuidados paliativos, justo en el momento más difícil y complejo del ser humano, el de ver aproximarse a la muerte ya demasiado cercana. Y, sobre todo, resulta necesaria al sostener como tesis argumental que el cáncer no es una batalla que se gana o se pierde, que los pacientes no son soldados y que no se les puede culpar por no superar su enfermedad como hace el peligroso y genocida optimismo generalizado en esta sociedad cuajada de estulticia con la que hemos sido castigados en el peligroso y enloquecido siglo XXI.
Benoit Magimel interpreta a un profesor de interpretación teatral de 39 años al que le detectan un cáncer de páncreas en fase cuatro, es decir, incurable. Su vida son sus alumnos y su madre, encarnada por Catherine Deneuve ni más ni menos, que pretende acompañarlo en todo momento y que consigue agobiarlo en muchos.
La cinta nos va mostrando el deterioro físico, mental y laboral de su protagonista mientras su enfermedad va atravesando con terrible velocidad todas las fases que conducen a una muerte que va a tener que asumir como verdad ineludible inminente. Sin duda, “Es su vida”, en la transcripción de ese momento, está muy por debajo de la magistral “Morir” de Fernando Franco, palabra definitiva sobre la cuestión.
Pero, sobre todo, el guión de la cinta, firmado por la propia Emmanuelle Bercot y Marcia Romano, pretende ser un sentido homenaje a los facultativos que llevan a cabo los cuidados paliativos y en ello triunfa sin la menor duda, gracias además a una cuidada dirección de fotografía Yves Cape y una emotiva música de Éric Neveux para unos acertados 92 minutos de metraje.
Finalmente, no quisiera dejar de destacar la portentosa interpretación como actriz secundaria de la gran Cécile De France, que ilumina con luz propia cada escena en la que aparece y que demuestra ser una de las grandes actrices del cine europeo contemporáneo. Así como Gabriel Sara, que en el mundo real es también un oncólogo, y que aquí borda su personaje como médico del protagonista.
Benoit Magimel interpreta a un profesor de interpretación teatral de 39 años al que le detectan un cáncer de páncreas en fase cuatro, es decir, incurable. Su vida son sus alumnos y su madre, encarnada por Catherine Deneuve ni más ni menos, que pretende acompañarlo en todo momento y que consigue agobiarlo en muchos.
La cinta nos va mostrando el deterioro físico, mental y laboral de su protagonista mientras su enfermedad va atravesando con terrible velocidad todas las fases que conducen a una muerte que va a tener que asumir como verdad ineludible inminente. Sin duda, “Es su vida”, en la transcripción de ese momento, está muy por debajo de la magistral “Morir” de Fernando Franco, palabra definitiva sobre la cuestión.
Pero, sobre todo, el guión de la cinta, firmado por la propia Emmanuelle Bercot y Marcia Romano, pretende ser un sentido homenaje a los facultativos que llevan a cabo los cuidados paliativos y en ello triunfa sin la menor duda, gracias además a una cuidada dirección de fotografía Yves Cape y una emotiva música de Éric Neveux para unos acertados 92 minutos de metraje.
Finalmente, no quisiera dejar de destacar la portentosa interpretación como actriz secundaria de la gran Cécile De France, que ilumina con luz propia cada escena en la que aparece y que demuestra ser una de las grandes actrices del cine europeo contemporáneo. Así como Gabriel Sara, que en el mundo real es también un oncólogo, y que aquí borda su personaje como médico del protagonista.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here