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InuYasha: The Final ActSerieAnimación

InuYasha: The Final Act (Serie de TV)
7.5
529
Serie de TV. Animación. Aventuras. Comedia. Fantástico. Acción. Drama Serie de TV (2009-2010). 1 temporada. 26 episodios. Inuyasha, Kagome, Miroku, Sango, Shippo y su amigo neko-mata Kirara, ahora están en la última etapa de su búsqueda para poner fin al esquivo demonio, Naraku y todo el caos y el mal que ha causado, y en última instancia deshacer el karma desafortunado de la Joya de las Cuatro Almas. El viaje, sin embargo, no será fácil, ya que sus enemigos restantes sacan todas las dificultades posibles ... [+]
Críticas 4
Críticas ordenadas por utilidad
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10
16 de febrero de 2011
23 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por fin el final de esta serie que tanto tiempo llevamos esperando los aficionados. La espera a merecido la pena pues es un final perfecto que te dan ganas de que continúe pero como toda serie, película ... tiene un final.
La banda sonora es muy bonita por Kaoru Wada y el opening por el grupo Do as infinity con la canción Kimi ga inai mirai.
Que decir... soy un fan incondicional de Inuyasha, he visto el anime, he leído el manga y lo único que puedo decir es que es un anime indispensable. Que te hace soñar, reír, llorar, cantar, sonreír... etc.
Nota: 10... ¿se puede un 11?
6
16 de julio de 2016 5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esperado tanto porque después de un parón de 5 años que dejaba la serie inconclusa había ganas de que volviera el anime, como, porque después de ser alargada todo lo posible, hacía falta que se le diera un desenlace digno y definitivo.

InuYasha: The Final Act (o InuYasha Kanketsu-Hen), más que una secuela, es en realidad la última temporada del anime Sengoku Otogi Zōshi InuYasha (o simplemente InuYasha), constituido por los 167 episodios que preceden a esta etapa y adaptan los primeros 36 tomos del manga de Rumiko Takahashi. Y puesto que continúa la historia desde donde se quedó al finalizar el primer anime de InuYasha, es necesario haber visto la serie anterior (o haber leído el manga).

A diferencia de lo que ocurría en el anime previo, en Kanketsu-Hen no hay historias originales. Todo lo que se muestra está extraído de las páginas del manga (con la única excepción de los pequeños añadidos en el episodio de Hitomiko). Es más, se omiten algunas historias secundarias del manga para centrarse en la principal que, además, está comprimida en 26 episodios (para 20 tankōbon). Por este motivo, el ritmo de los primeros episodios es excesivamente rápido, atropellado, y no se dedica a determinados momentos importantes el tiempo que merecen (incluyendo situaciones tan variadas como entrenamientos y la obtención de nuevos poderes, y muertes). Además, algunas de las historias que se cierran en esta temporada concluyen de forma decepcionante, por un motivo u otro, aunque aquí la culpa está en la propia mangaka que no supo o no quiso terminarlas de otra forma (ver spoiler).

Tampoco hay personajes nuevos, excepto secundarios que apenas aparecen durante un episodio y Byakuya, una de las escisiones de Naraku. Al contrario, el elenco principal se va reduciendo al ir concluyendo las diferentes subtramas. Hay personajes que mueren y personajes que se retiran, hasta que sólo continúan la lucha los miembros del grupo de InuYasha; y junto a ellos el grupo de Seshōmaru. Efectivamente, el hermano mayor de InuYasha ha ido ganando importancia en la trama de la serie pasando de personaje esporádico (en las primeras temporadas) a principal, y de villano a antihéroe, construyendo a su alrededor un equipo paralelo al de su medio-hermano, también con yōkai y humanos. De esta forma, InuYasha y Kagome comparten protagonismo con Seshōmaru en varios de los momentos determinantes de esta temporada, llegando a desempañar un papel fundamental en el desenlace. Eso sí, el clímax de la serie es para los que son protagonistas absolutos desde el primer episodio, InuYasha y Kagome, e incluye pequeños añadidos respecto al manga donde quedaba algo incompleto.

Un punto a favor de este anime (en el que supera ampliamente a la serie previa) es que tanto el dibujo como la animación mantienen un nivel más constante que en anteriores temporadas y, en general, mejor. Destacando los detallados fondos, mucho más cuidados en esta temporada puesto que se emitió en HD. Pero, por otro lado, se abandona casi definitivamente (aparece una sola vez) el llamativo efecto de estela que se utilizaba en InuYasha cuando Seshōmaru se movía a gran velocidad (quien viera la serie sabe a qué me refiero) y que ya había ido desapareciendo gradualmente a lo largo del anterior anime; y también desaparece el "látigo de luz" de este personaje que se creó expresamente para el anime convirtiéndose en una de sus técnicas más recordadas. El resultado son unos combates mucho menos vistosos de lo que deberían ser para un personaje como Seshōmaru quien, dada su importancia en esta última etapa, participa en muchas de las batallas más importantes.

El diseño de los personajes es muy similar al del anime anterior y, afortunadamente, diferente al de las tres primeras películas y prácticamente idéntico al de la cuarta. Los cambios respecto a la primera serie con muy sutiles y casi insignificantes, salvo quizá el color del pelo de Kagome, que es más claro y azulado, distanciándose del de Kikyō (lo que hace que se parezcan aún menos cuando deberían ser casi clónicas).

Respecto a la banda sonora, se han recuperado los temas compuestos por Kaoru Wada para el primer anime, pero desafortunadamente no incorpora ninguno nuevo (se echa en falta especialmente un leitmotiv para Byakuya). Cuenta con un opening a cargo del grupo Do As Infinity, que ha estado muy vinculado a este anime (intérpretes de los endings 2 y 5 de la primera serie y del ending de la cuarta película), correcto tanto en la música como en el apartado visual, aunque por debajo de los mejores de InuYasha; y tres endings igual de correctos.

En cuanto a su distribución por España, el doblaje al castellano llegó más de 10 años tarde y mal, con cambios en las voces, en las traducciones y errores varios con la pronunciación de algunos nombres (vamos, lo esperable tras semejante lapso de tiempo). En cambio sí se dobló al catalán sin mucha demora para su emisión por la televisión autonómica (donde se emitió, creo que acertadamente, como una temporada más de InuYasha), manteniendo el reparto original y la calidad del doblaje de la anterior etapa; y también el maldito defecto de traducir y versionar los openings y endings (único fallo destacable de esta edición).

En definitiva, InuYasha Kanketsu-Hen finaliza definitivamente la historia de InuYasha después de 167 episodios, 4 películas y 1 OVA (ver spoiler). Tiene un ritmo más ágil, lo que tiene ventajas, pero también presenta inconvenientes, especialmente en lo rápido que despacha algunos eventos importantes. Supera visualmente a la anterior serie, sobre todo en los preciosos fondos; y cuenta con los grandes temas musicales de Kaoru Wada, aunque no añade ninguno nuevo. Y es, ante todo, una serie (o, mejor dicho, una última temporada de una serie) imprescindible para cualquiera a quien le gustara InuYasha y quiera ver animado el final de su historia.

(Sigue en el spoiler, sin spoilers hasta que se indique)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Aspectos positivos: Nivel de dibujo y animación bastante uniforme y, generalmente, bueno. Ausencia de relleno. Recupera los grandes temas del soundtrack de la primera parte. Es el cierre definitivo de la historia principal, siendo, además, un cierre bastante decente.
Aspectos negativos: El ritmo apresurado de los primeros episodios. No incorpora temas nuevos en su banda sonora. La resolución de alguna de las tramas parece demasiado forzada buscando un final feliz, o es insatisfactoria por algún motivo.
Puntuación: 6



SPOILERS:
Las grandes decepciones vienen con las historias de Kōga y Kohaku. La primera queda abierta en el manga: Kōga pierde sus fragmentos de la Esfera y se retira sin más, renunciando su venganza sobre Naraku y a su amor por Kagome, sin que nos den una explicación convincente en ninguno de los casos. En el anime se añade una innecesaria boda con Ayame, personaje surgido del relleno de la primera serie de InuYasha y del que nadie se acordaba. En cuanto a Kohaku, la autora se saca de la manga de todo con tal de mantenerlo con vida pase lo que pase.

Respecto al OVA de InuYasha, solamente quería indicar que es único, en el sentido de que sólo hay uno. Desde hace años, los tres episodios especiales dobles del primer anime de InuYasha (133-134, 147-148 y 166-167) han sido confundidos con OVAs debido a que inicialmente no fueron emitidos por televisión en Latinoamérica (por algún motivo, en este caso también tardaron años en doblarlos), cuando lo cierto es que estos episodios dobles no son nada infrecuentes en las series anime de larga duración (la conocida Naruto Shippūden cuenta con bastantes más). El único OVA de InuYasha es Kuroi Tessaiga, que trata de cómo InuYasha, o más bien su espada, adquiere la técnica del Meidō Zangetsuha (Luna del Meidō); y se realizó durante el parón entre las series InuYasha e InuYasha Kanketsu-Hen. Esta animación es algo difícil de encontrar como tal, pero fue reutilizada casi en su totalidad para el episodio 15 de Kanketsu-Hen (eso sí, en el episodio se hace un mejor uso del ost).
7
16 de diciembre de 2016 4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Llegó el tan ansiado final de «Inuyasha». Recordemos que la anterior temporada termina con un final interrumpido que nos deja con cara de tontos. Que «Kanketsu-hen» adapte los últimos veinte volúmenes del manga de Rumiko Takahasi en solo veintiséis capítulos es un dato que ya nos pone en alerta. ¿De verdad es posible que esto quede bien?

Una vez vista te das cuenta de que no del todo, porque las prisas son muy malas consejeras, así que el resultado es una precipitación constante en una especie de carrera por terminar que no deja tiempo para la reflexión tranquila, para la cristalización de las historias, para un paladeo de los acontecimientos y, ya el remate, para un desarrollo cabal de las tramas. Hay historias (muy) buenas y algunos desenlaces conmovedores, pero todo esto requería, repito, de tiempo. Igualmente, la animación será muy espectacular en algunos detalles técnicos pero no supera en absoluto a la original en cuanto a diseño: obsérvese que la mayoría están más feos, con caras aniñadas y pequeñas frente a la corporeidad y el atractivo que tenían antes. Sango y Sesshomaru son un ejemplo. Algo que, en cambio, sí me ha gustado mucho es cómo los caminos de los personajes se van uniendo y encontrando en unos giros inesperados para establecer extrañas e increíbles colaboraciones. Es interesante ir repasando la serie y darse cuenta de las consecuencias indirectas de determinados actos y decisiones, y de cómo influye o contrasta con lo que luego pasará. Es curiosísimo.

Bueno, vamos a lo importante: Sesshomaru. Qué decir del mejor personaje de toda la serie. Qué decir de su grandeza, de su maravillosa e increíble progresión que culmina en «Kanketsu-hen», donde tiene un enorme y heroico protagonismo para deleite de todos sus seguidores. Por favor, un spin-off para Sesshomaru ya, y para Rin también, cómo no. Se comenta mucho, por cierto, qué hay realmente entre un demonio de centenares de años con apariencia de veinte y una niña de ocho, y las opiniones son para todos los gustos (y perversiones). Para mí, sin ser malpensada, está clarísimo que se trata de la relación más potente de «Inuyasha». Por lo que se muestra y por lo que no, por lo que imaginamos y por lo que deseamos, por el carácter de uno y del otro, por lo que significa el haberse conocido en la vida de ella y en la vida de él. Atención al capítulo nueve, en el que Sesshomaru demostrará de qué está hecho de verdad su corazón. Magnífico.

Hablando de relaciones, la principal historia de amor, la de Inuyasha y Kagome, es la menos emocionante en comparación con el resto, incluso la de Kikyo e Inuyasha. A mí me gustan más Miroku y Sango, sin ir más lejos, quizá también porque me atrae más el monje que el medio demonio; algo «mujeriego» pero de aguda inteligencia y mucha clase. El único conflicto de los protagonistas es un triángulo amoroso incomprensible con la ambigua de Kikyo. La indecisión de Inuyasha respecto a sus sentimientos, a mi entender a veces malinterpretados, nos sacará bastante de quicio, mientras que a Kagome deberían haberle buscado otro candidato que pudiera competir con Inuyasha. No, Koga no es un candidato.

Aun así, «Kanketsu-hen» gusta y mantiene el interés. En spoiler comento muchas cosas sobre la serie completa que no debes leer si no la has visto. Yo te aconsejo que lo hagas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
-¿Las acciones del pasado no deberían influir de alguna manera en el presente? Este detalle se olvida por completo. Es más: si los demonios viven miles de años, Inuyasha, Shippo, Kirara y Sesshomaru ¿no deberían seguir vivos en el Japón de siglo veinte?

-Personajes maltratados como el de Kanna o Hakudoshi, y si me apuras hasta Kagura, lo tres lo suficientemente importantes como para que se hubieran explayado en sus respectivas historias y motivaciones. Pero no, de repente Hakudoshi y el propio bebé-corazón quieren traicionar a Naraku. ¿Cómo? ¿Por qué? Bueno, y a Kagura todo el mundo la quiere, están super preocupados por ella... de un capítulo al otro. De nuevo el tiempo.

-¿Por qué vuelve a cruzar Kagome el pozo si ya no hay Esfera? Es que ni dan una mísera explicación.

-La idea de que Inuyasha se hiciera humano y de esta forma se purificase la Esfera y «se destruyera a sí misma»... ¿qué es de ella? A partir de cierto momento esta solución desaparece de la trama y se cambia por eso del «deseo correcto», otra de esas ideas que aparecen de pronto en los últimos capítulos.

-Hablando de ideas que aparecen: esa historia de que Kikyo utilice el alma de la sacerdotisa Midoriko, creadora de la Esfera, ¿va hacia alguna parte? ¿De qué sirve?

-¿Qué narices quiere Kikyo? Recordemos que es ella la que roba el fragmento de la Esfera a Kagome y se la entrega a Naraku, pero nadie le pide explicaciones al respecto. También intenta matar a Kagome, pero los intentos de asesinato no se tienen en cuenta. Kikyo termina ganándose mis simpatías en «Kanketsu-hen», pero es que hasta que eso llega resulta un tanto desconcertante. Eso sí, su muerte en brazos de Inuyasha me ha hecho llorar a base de bien.

-Una cosa que no entiendo: si dentro de la Esfera hay un poder malvado que es Magatsuhi y este poder sale de ella y acaba muriendo... entonces ya en la Esfera ¿qué debería quedar? Esto, ¿se traduce en algo? Parece que no.

-Naraku en teoría es la repera de la repera y no hay forma de acabar con él. Todo el mundo tiene miedo de que al absorber la Esfera se vuelva ya alguien invencible... pero una vez ocurre se lo cargan enseguida. No hace nada diferente a lo que hacía cuando era un medio demonio. Decepcionante. A todo esto, eso de que al final nos reconozcan que Naraku «solo quería el corazón de Kikyo» no viene a cuento. Todos lo habíamos pensado desde el principio y el propio Naraku es muy consciente de los deseos del humano Onigumo. ¿Por qué cuando Kagome se lo recuerda en el penúltimo capítulo Naraku se ve afectado? ¿Es que no se acuerda? ¿Ese amor se le ha traspasado a él...?

-«La luz» que derrotaría a Naraku... ¿es en serio? ¿Se refiere a la luz que ve Inuyasha dentro de la esfera...? ¿A eso...?

-Los poderes de Kagome están sellados, dicen. Vale. ¿Desde cuándo? Nos enteramos ciento ochenta capítulos después.

-Koga... ¿estás ahí?

-Se dice que el verdadero villano es la Esfera... Pero ¿qué...? Nos enteramos ciento noventa capítulos después.
5
8 de diciembre de 2016 0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Menos mal que he visto esta serie en diferido, a tiempo pasado, porque si hubiéramos tenido que esperar por lo menos cinco años entre el final de "Inuyasha" (2000-2004) y el comienzo de la presente, en el 2009, nos podía dar algo. De todos modos, lo más seguro es que nos hubiésemos quedado con las ganas de saber el desenlace porque "Inuyasha: The Final Act" no se ha doblado al castellano, sino tan sólo al catalán, afortunadamente conozco esta lengua, así que me he salvado por los pelos. Aprovecho el momento para denunciar que desde que las televisiones generalistas no emiten anime, es decir, desde hace una década larga como mínimo, muy pocos dibujos animados japoneses se doblan al castellano. Así que, o los ves en japonés subtitulado, lo que no es muy agradable, o te quedas con las ganas. La conclusión es que nos hemos empobrecido porque aún haciendo el esfuerzo de verlo en su formato original, queda como un producto muy minoritario que no tiene impacto social. Así que invito a las televisiones a que vuelvan a emitir anime, como en los buenos tiempos.

Dicho esto, vayamos a esta "Inuyasha: The Final Act". De entrada le tenía un poquito de miedo por los años transcurridos. De hecho, en el primer capítulo aparece un teléfono móvil, lo que no salía en la serie primera. Y es que el manga original se publicó en 1996 cuando esta tecnología no existía, al menos en la vida cotidiana. Pero tras doce años pues ya es completamente habitual. Pero sigo con las comparaciones. El dibujo no está mal, guarda el estilo original, aunque los personajes, pero en concreto ellas no son tan guapas como nos tenían acostumbrados las antiguas entregas. Otro problema ha sido la rapidez con la que han querido despachar tantos capítulos. Para hacernos una idea, los 356 primeros capítulos del manga fueron adaptados en 167 episodios televisivos pero ahora en 26 se ha querido fundir los 202 restantes del manga. Este esfuerzo se percibe sobre todo en las primeras entregas, donde el atropello es evidente. Luego parece que se serena un poco pero a pesar de todo se hecha en falta que hubiera tenido el ritmo pausado del "Inuyasha" más antiguo.

Con todo, la serie mantiene el nivel porque conserva el espíritu de su antecesora, sobre todo en los personajes. Los seguidores de Sesshōmaru deberían alegrarse porque cobra bastante protagonismo sin que ello vaya en menoscabo de los demás, salvo por Koga, que desaparece. En cualquier caso, lo expuesto en mi crítica de "Inuyasha" vale para ésta. Efectivamente, Rumiko Takahashi sigue sin arriesgar, es decir, no se profundiza, por ejemplo, en las complicadas relaciones románticas que se intuyen. Deberíamos preguntarnos si es factible el enamoramiento entre humanos y demonios. Y hablando de demonios, vaya fallo que en toda la serie no hayan puesto una hermosa demonia y/o que despierte el interés afectivo de algún varón. Pero volviendo a lo de antes, se nos presenta un desenlace que supuestamente es positivo pero que en realidad no me gusta, además de ser un pegote (SPOILER). En el fondo, es una pena porque había material para un gran anime pero esta subida de nivel sólo aparece en tres o cuatro ocasiones, eso sí, cuando lo hace me ha hecho llorar.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
En fin, tal y como se explica al romperse la esfera de los cuatro espíritus desaparece el vínculo entre el presente y el pasado y como tal, ya no es posible viajar de un mundo al otro. Además, si el deseo "incorrecto" de Kikyō era volver a ver Inuyasha, el "correcto" de Kagome lleva implícito la imposibilidad de no volver a verlo. Este final, la separación entre Inuyasha y Kagome hubiera sido lógico pero también bonito. Ahora bien, se sacan de la manga un desenlace en la que ella vuelve y se queda, no sabemos cómo ni porqué, en la época feudal con Inuyasha. El resto de personajes, pues acaban bien.

Pero claro, el final feliz de verdad hubiera sido que Inuyasha se volviera humano del todo y marchase al presente con Kagome, por tres razones muy importantes: 1º El Japón moderno es infinitamente mejor, más cómodo y más bonito que el del período Sengoku, llena de pobreza, guerras y no sé qué más. Querido Shippō, ya no tendrás más "comida ninja". En fondo hubiera querido que toda la pandilla hubiera marchado al presente. Ya que estamos, la posibilidad de jugar entre presente y pasado, yendo los personajes de un lado a otro (Sesshōmaru y Jaken en el mundo moderno, las amigas de Kagome en la época feudal...) está completamente desaprovechada. 2º Kagome no tiene que renunciar a su familia, a sus amigas, a su instituto, ni a su vida. En cambio Inuyasha al ir al presente no renuncia a nada porque nada tiene pero si lo tuviera Kagome vale la pena y tendría que ceder. 3º Si Inuyasha se vuelve humano es cuando pueden tener una relación de verdad. Porque nadie lo dice pero Kagome se volverá vieja mientras que Inuyasha seguirá igual de joven, ¿la seguirá queriendo igual? ¿qué pasa con los hijos, un cuarto de demonio? En fin, lo curioso es que durante la serie se deja caer que la esfera puede convertir a Inuyasha en un humano completo pero luego se olvidan del todo de esta posibilidad.

Aún hay otra opción para el final, que es que ella se quede en el presente y se encuentre con Inuyasha. Es decir, si no lo han matado debería vivir en la actualidad así que no hay razón para que no estén juntos siguiendo esta posibilidad. Ya sólo quedaría el problema de ser demonio pero se podría solucionar con alguna magia.
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