VincenzoSerie
6.9
352
Serie de TV. Comedia. Romance. Drama
A la edad de 8 años, Park Joo-Hyung fue a vivir a Italia tras ser adoptado. Ahora es un hombre adulto y se llama Vincenzo Casano, es abogado y trabaja para la mafia como consejero. Debido a una guerra entre grupos mafiosos, huye a su país natal, Corea del Sur. Allí se involucra con la abogada Hong Cha-Young, el tipo de abogada que haría cualquier cosa para ganar un caso. Vincenzo se enamora de ella y también lucha por la justicia social a su manera. [+]
27 de septiembre de 2021
27 de septiembre de 2021
15 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
A veces una serie es capaz de sorprendernos cuando promete una cosa y luego nos muestra algo tan diametralmente opuesto, que hasta llega a ser maravilloso porque la idea inicial no llegaba a convercerte del todo. Hablamos de ‘Vincenzo’ (‘Binsenjo’), una serie coreana con estrechos lazos italianos, una mezcla curiosa, aunque a fin de cuentas un k-drama, pero muy atípico a lo que estamos realmente acostumbrados.
Que no te engañe la cara jovial de un actor que parece un bebé y da la casualidad que sabe pronunciar cosas como «la famiglia al primo posto», o su entonación preferida, un estruendoso «¡Bravo!». ‘Vincenco’ resulta ser mucho más de lo que aparenta, y con una duración sólida, es capaz de enganchar a cualquiera.
- Un coreano criado en la mafia
En medio de un día de luto se nos presenta un frío pero elegante miembro de la mafia italiana, Vincenzo Cassano, consigliere de la familia Cassano, un joven huérfano criado como un hijo por el difunto padre de la familia, familia que ha pasado a manos de Paolo, su hermanastro. Tras la muerte del padre y un ajuste de cuentas Vincenzo decide volver a Corea del Sur con un único propósito: derribar un viejo edificio en horribles condiciones.
Todo esto forma parte de una introducción que baila entre lo surreal y un guión forzado, pero no es más que eso, una introducción para dar pie a la verdadera (y caótica) trama principal de ‘Vincenzo’. Una trama, hemos de señalar, muy brillante y bien construida. Precisamente esas pesquisas de drama e imitación barata de la mafia italiana sirven para dar pie a un personaje creíble, mientras que el surrealismo del comienzo es el ingrediente perfecto para que después disfrutemos del verdadero surrealismo de esta serie; su humor coreano.
Y hay mucho humor, sin duda, un sentido del humor hilarante, capaz de sacarnos alguna que otra carcajada y de mantenernos enganchados en todo momento. Pero ‘Vincenzo’ no es una comedia al uso y es difícil catalogarla en una categoría concreta. De telón nos encontraremos historias de romance en cierne y de perdidas dolorosas, pero también habrá momentos de acción y de violencia. Aunque el protagonista principal es un juego de ajedrez entre dos titanes que solo saben jugar sucio, con conspiraciones, organizaciones criminales y corrupción por en medio.
Si hay algo que hace que esta serie funcione tan bien sin duda es su amplío reparto, de hecho, cuesta creer que una serie con tantísimos actores reúna tanto talento. Por un lado tenemos a Song Joong-ki en el papel de Vincenzo, interpretando el papel más calmado de toda la serie. Por otro lado, una espectacular Jeon Yeo-been da vida a la abogada Hong Cha-young, que al principio odiaremos mucho y al final acabaremos adorando por su ridícula extravagancia. Una mención especial se la lleva Ok Taec-yeon, popular en su país por ser integrante del grupo k-pop 2PM y que en la serie da vida a un personaje tan ridículo como sorprendente.
En líneas generales tenemos un reparto de secundarios formado por una veintena de personajes secundarios y una variedad de celebridades que dan perfil a una serie con distintos enfoques. Llama la atención cuando todos y cada uno de ellos tienen la habilidad interpretativa suficiente para lograr transmitirnos su mensaje, ya sea hacernos reír, maravillarnos con su personalidad, o simplemente odiarlos a muerte.
Otro aspecto que hace que ‘Vincenzo’ funcione a la perfección es su extensa duración: 20 capítulos de 1 hora y 20 minutos cada uno. Con esto echamos un vistazo atrás y veremos que desde el primer minuto no han parado de ocurrir cientos de cosas, y sin darnos cuenta. Tampoco juegan a estirar el chicle, ni cocina la trama a fuego lento, ni te cuelan historias de relleno para compensar tiempo. Salvo la introducción y el breve resumen de cada capítulo (que son dos minutos), ‘Vincenzo’ aprovecha hasta el último segundo para desarrollar la historia y llevarnos por un camino tan impredecible como inesperado.
Un detalle menor y para concluir, llama la atención el hecho de ser una de las primeras series producidas y rodadas durante la pandemia, llegando incluso a normalizar la situación. No hay menciones directas al COVID-19 en sí, pero si situaciones en las que veremos medidas de seguridad con termómetros infrarrojos o que se menciona a un personaje que ha sido infectado. ‘Vincenzo’ comenzó su producción a mediados de 2020 y se estrenó el 20 de febrero de 2021 en tvN (televisión coreana) y Netflix.
En definitiva, estamos ante una serie coreana con una identidad muy singular, un reparto maravilloso, y una duración perfecta. El que espere encontrar algo de italomafias del estilo Sollima esta no es su serie, pero el que quiera encontrar una serie innovadora y llena de toda clase de emociones, merece la pena echarle un vistazo.
Más reseñas en:
https://www.desophict.com/cine-y-tv/reviews/
Que no te engañe la cara jovial de un actor que parece un bebé y da la casualidad que sabe pronunciar cosas como «la famiglia al primo posto», o su entonación preferida, un estruendoso «¡Bravo!». ‘Vincenco’ resulta ser mucho más de lo que aparenta, y con una duración sólida, es capaz de enganchar a cualquiera.
- Un coreano criado en la mafia
En medio de un día de luto se nos presenta un frío pero elegante miembro de la mafia italiana, Vincenzo Cassano, consigliere de la familia Cassano, un joven huérfano criado como un hijo por el difunto padre de la familia, familia que ha pasado a manos de Paolo, su hermanastro. Tras la muerte del padre y un ajuste de cuentas Vincenzo decide volver a Corea del Sur con un único propósito: derribar un viejo edificio en horribles condiciones.
Todo esto forma parte de una introducción que baila entre lo surreal y un guión forzado, pero no es más que eso, una introducción para dar pie a la verdadera (y caótica) trama principal de ‘Vincenzo’. Una trama, hemos de señalar, muy brillante y bien construida. Precisamente esas pesquisas de drama e imitación barata de la mafia italiana sirven para dar pie a un personaje creíble, mientras que el surrealismo del comienzo es el ingrediente perfecto para que después disfrutemos del verdadero surrealismo de esta serie; su humor coreano.
Y hay mucho humor, sin duda, un sentido del humor hilarante, capaz de sacarnos alguna que otra carcajada y de mantenernos enganchados en todo momento. Pero ‘Vincenzo’ no es una comedia al uso y es difícil catalogarla en una categoría concreta. De telón nos encontraremos historias de romance en cierne y de perdidas dolorosas, pero también habrá momentos de acción y de violencia. Aunque el protagonista principal es un juego de ajedrez entre dos titanes que solo saben jugar sucio, con conspiraciones, organizaciones criminales y corrupción por en medio.
Si hay algo que hace que esta serie funcione tan bien sin duda es su amplío reparto, de hecho, cuesta creer que una serie con tantísimos actores reúna tanto talento. Por un lado tenemos a Song Joong-ki en el papel de Vincenzo, interpretando el papel más calmado de toda la serie. Por otro lado, una espectacular Jeon Yeo-been da vida a la abogada Hong Cha-young, que al principio odiaremos mucho y al final acabaremos adorando por su ridícula extravagancia. Una mención especial se la lleva Ok Taec-yeon, popular en su país por ser integrante del grupo k-pop 2PM y que en la serie da vida a un personaje tan ridículo como sorprendente.
En líneas generales tenemos un reparto de secundarios formado por una veintena de personajes secundarios y una variedad de celebridades que dan perfil a una serie con distintos enfoques. Llama la atención cuando todos y cada uno de ellos tienen la habilidad interpretativa suficiente para lograr transmitirnos su mensaje, ya sea hacernos reír, maravillarnos con su personalidad, o simplemente odiarlos a muerte.
Otro aspecto que hace que ‘Vincenzo’ funcione a la perfección es su extensa duración: 20 capítulos de 1 hora y 20 minutos cada uno. Con esto echamos un vistazo atrás y veremos que desde el primer minuto no han parado de ocurrir cientos de cosas, y sin darnos cuenta. Tampoco juegan a estirar el chicle, ni cocina la trama a fuego lento, ni te cuelan historias de relleno para compensar tiempo. Salvo la introducción y el breve resumen de cada capítulo (que son dos minutos), ‘Vincenzo’ aprovecha hasta el último segundo para desarrollar la historia y llevarnos por un camino tan impredecible como inesperado.
Un detalle menor y para concluir, llama la atención el hecho de ser una de las primeras series producidas y rodadas durante la pandemia, llegando incluso a normalizar la situación. No hay menciones directas al COVID-19 en sí, pero si situaciones en las que veremos medidas de seguridad con termómetros infrarrojos o que se menciona a un personaje que ha sido infectado. ‘Vincenzo’ comenzó su producción a mediados de 2020 y se estrenó el 20 de febrero de 2021 en tvN (televisión coreana) y Netflix.
En definitiva, estamos ante una serie coreana con una identidad muy singular, un reparto maravilloso, y una duración perfecta. El que espere encontrar algo de italomafias del estilo Sollima esta no es su serie, pero el que quiera encontrar una serie innovadora y llena de toda clase de emociones, merece la pena echarle un vistazo.
Más reseñas en:
https://www.desophict.com/cine-y-tv/reviews/
8 de septiembre de 2023
8 de septiembre de 2023
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
No nos confundamos. Un mafioso como Vincenzo Cassano merece ir a la cárcel, así que pese a su aire ligero y cómico, esta serie me genera sentimientos morales encontrados.
Porque reconozcamos que Vincenzo Cassano, el protagonista de «Vincenzo», se pasa tres pueblos en su camino justiciero. Puedes matar a alguien o incluso castigarlo, pero nunca puedes ni debes caer en la crueldad. La crueldad y el sadismo son cosas que en lo personal repudio y penalizado con toda mi alma. También tiene que haber nobleza en la justicia, o en la venganza, llámalo como quieras, pero un héroe no puede ser peor que el villano, y en este caso nuestro héroe Vincenzo comete más tropelías que los malos en un sentido estricto (spoiler, por si tienes curiosidad). También es digno de mención el peloteo constante que se le hace; a ver, que todo tiene un límite.
No solo eso, sino que deja que otros participen de sus crímenes, como si fuese muy guay matar personas. Que la protagonista esté de acuerdo con todo lo que hace Vincenzo, que lo aliente a seguir matando, y de la manera más cruel posible; que aplauda traiciones, mentiras y trampas, y que incluso ella misma llegue a ejecutar en algún momento, es lo que ya me deja completamente descolocada. ¿Es que no se plantean cómo puede afectarle a él y a ella esa clase de vida? En fin.
Como digo, «Vincenzo» es pese a todo una dorama con un aire fresco tipo «The Italian Job», donde hay planes y misiones más o menos creíbles, más o menos sorprendentes, para vencer a los malos, y donde todo les sale siempre bien y consiguen dinero, amor y éxito.
La hora y media de cada capítulo en mi opinión es un hándicap, se te hace un poco pesado que todos los episodios sean una película, y además en muchas ocasiones pierdes el hilo de lo que ha pasado cinco capítulos atrás. El toque rocambolesco vuelve a ser molesto, es imposible que te creas que un personaje, hasta hace un minuto pardillo, luego sea el mejor luchador del mundo y le pueda a asesinos profesionales; o que tal vecino sea el hacker que te va a solucionar los problemas…
Hay que hacer un párrafo aparte sobre el villano máximo, el director de la empresa Babel. No te puedo contar quién ni cómo, así que sin nombrarlo, sí te puedo decir que empieza muy bien y tiene un momento sembrado con palo de hockey, pero a fin de cuentas este malo es decepcionante. ¿Qué puñetas hace durante veinte episodios? Fiarse de una abogada bailonga que claramente no da la talla y dedicarse a esperar… Un psicópata de su calibre, con el historial de crímenes que tiene y que se define a sí mismo como un «monstruo deshinibido», luego hace semejantes tonterías. Es que, en serio, qué rabia, qué desaprovechado.
Gran tema, por cierto, de John Park «I’m Always By Your Side».
Porque reconozcamos que Vincenzo Cassano, el protagonista de «Vincenzo», se pasa tres pueblos en su camino justiciero. Puedes matar a alguien o incluso castigarlo, pero nunca puedes ni debes caer en la crueldad. La crueldad y el sadismo son cosas que en lo personal repudio y penalizado con toda mi alma. También tiene que haber nobleza en la justicia, o en la venganza, llámalo como quieras, pero un héroe no puede ser peor que el villano, y en este caso nuestro héroe Vincenzo comete más tropelías que los malos en un sentido estricto (spoiler, por si tienes curiosidad). También es digno de mención el peloteo constante que se le hace; a ver, que todo tiene un límite.
No solo eso, sino que deja que otros participen de sus crímenes, como si fuese muy guay matar personas. Que la protagonista esté de acuerdo con todo lo que hace Vincenzo, que lo aliente a seguir matando, y de la manera más cruel posible; que aplauda traiciones, mentiras y trampas, y que incluso ella misma llegue a ejecutar en algún momento, es lo que ya me deja completamente descolocada. ¿Es que no se plantean cómo puede afectarle a él y a ella esa clase de vida? En fin.
Como digo, «Vincenzo» es pese a todo una dorama con un aire fresco tipo «The Italian Job», donde hay planes y misiones más o menos creíbles, más o menos sorprendentes, para vencer a los malos, y donde todo les sale siempre bien y consiguen dinero, amor y éxito.
La hora y media de cada capítulo en mi opinión es un hándicap, se te hace un poco pesado que todos los episodios sean una película, y además en muchas ocasiones pierdes el hilo de lo que ha pasado cinco capítulos atrás. El toque rocambolesco vuelve a ser molesto, es imposible que te creas que un personaje, hasta hace un minuto pardillo, luego sea el mejor luchador del mundo y le pueda a asesinos profesionales; o que tal vecino sea el hacker que te va a solucionar los problemas…
Hay que hacer un párrafo aparte sobre el villano máximo, el director de la empresa Babel. No te puedo contar quién ni cómo, así que sin nombrarlo, sí te puedo decir que empieza muy bien y tiene un momento sembrado con palo de hockey, pero a fin de cuentas este malo es decepcionante. ¿Qué puñetas hace durante veinte episodios? Fiarse de una abogada bailonga que claramente no da la talla y dedicarse a esperar… Un psicópata de su calibre, con el historial de crímenes que tiene y que se define a sí mismo como un «monstruo deshinibido», luego hace semejantes tonterías. Es que, en serio, qué rabia, qué desaprovechado.
Gran tema, por cierto, de John Park «I’m Always By Your Side».
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Cosas muy feas que hace Vincenzo de las que me acuerdo:
-Matar y traicionar a los esbirros que asesinaron al abogado Hong y que se habían pasado a su bando. Si quieres quitarlos de en medio, hazlo limpiamente y de frente, no bajo engaño. Eso es vil.
-Dejar que Cha-you mate a los esbirros que asesinaron a las familias. Si tú mismo sabes que eres escoria, ¿cómo dejas que la otra sea igual que tú?
-La muerte de la abogada Choi es el culmen del sadismo: le clava los pies al suelo y la quema viva. Vamos a ver, esto es heavy, heavy.
-Al Director Jang simplemente lo ata y lo va torturando durante horas con un clavo que perfora el pecho cada cierto tiempo. Agónico. Luego un cuervo empezará a comérselo mientras sigue vivo, pero esto no lo ha podido prever Vincenzo.
Repito: la crueldad pierde al personaje.
-Matar y traicionar a los esbirros que asesinaron al abogado Hong y que se habían pasado a su bando. Si quieres quitarlos de en medio, hazlo limpiamente y de frente, no bajo engaño. Eso es vil.
-Dejar que Cha-you mate a los esbirros que asesinaron a las familias. Si tú mismo sabes que eres escoria, ¿cómo dejas que la otra sea igual que tú?
-La muerte de la abogada Choi es el culmen del sadismo: le clava los pies al suelo y la quema viva. Vamos a ver, esto es heavy, heavy.
-Al Director Jang simplemente lo ata y lo va torturando durante horas con un clavo que perfora el pecho cada cierto tiempo. Agónico. Luego un cuervo empezará a comérselo mientras sigue vivo, pero esto no lo ha podido prever Vincenzo.
Repito: la crueldad pierde al personaje.
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