Tres cosas me han quedado claras tras ver "Scream VI".
Primera: confirmo que tanto el dúo compuesto por Matt Bettinelli-Olpin & Tyler Gillett en la dirección como el formado por James Vanderbilt & Guy Busick al guión van a ser notablemente más oscuros que el tándem Wes Craven & Kevin Williamson. Algo que no tiene porque ser bueno ni malo, pero ahí está la evidencia en la película de la saga que menos tiempo tiene para bromas.
Segunda: en lo que a riesgo se refiere, aquí hemos perdido enteros. Esta sexta entrega me ha resultado bastante cobardica, algo que duele más aún viniendo de una cinta tan osada como fue "Scream (2022)".
Y tercera: me lo sigo pasando como un crío con cada nueva entrega, me gusten luego más o menos.
Nueva York como novedoso escenario mola mucho, y está además aquí muy bien aprovechado a nivel set-pieces por el tándem de directores. La otra gran novedad de "Scream VI" junto a la ausencia, por primera vez, de Neve Campbell. Pero Matt Bettinelli-Olpin & Tyler Gillett sobreviven a esos dos drásticos cambios.
Y en fin. Vista la senda que lleva este nuevo asalto a la figura de Ghostface, deseando ya ver como la séptima entrega vuelve a Hollywood al tiempo que algún oscuro secreto del pasado de las hermanas Carpenter las pone en jaque.