Añadir a mi grupo de amigos/usuarios favoritos
Puedes añadirle por nombre de usuario o por email (si él/ella ha accedido a ser encontrado por correo)
También puedes añadir usuarios favoritos desde su perfil o desde sus críticas
Nombre de grupo
Crear nuevo grupo
Crear nuevo grupo
Modificar información del grupo
Aviso
Aviso
Aviso
Aviso
El siguiente(s) usuario(s):
Group actions
You must be a loged user to know your affinity with Rómulo
0
Listas
- Recomendaciones
- Estadísticas
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Rómulo:
8
Voto de Rómulo:
8
2017 
Daniele Cesarano (Creador), Barbara Petronio (Creadora) ...
7,1
3.424
Serie de TV. Thriller
Serie de TV (2017-2020). 3 temporadas. 24 episodios. En 2008, la lucha por unos terrenos de Ostia, una zona costera cercana a Roma, se convierte en una cruenta batalla entre el crimen organizado, políticos corruptos y El Vaticano. En medio de la disputa se encuentran tres jóvenes: Spadino, un gitano hermano del jefe de un clan, Lele, hijo de un policía, y Aureliano, el hijo rebelde de un mafioso de Ostia. Los tres, ya vinculados al ... [+]
22 de enero de 2022
22 de enero de 2022
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Suburra
“El hombre no tiene peor enemigo que él mismo.” Cicerón
Suburra es un barrio de Roma. El más antiguo. Tan antiguo que vio nacer al mismísimo Julio César. Pero el que un día fuera el centro del poder político y la cuna de la aristocracia se fue transformando con el tiempo en un lugar deprimido y de mala fama al que mafiosos, criminales y delincuentes han convertido en su propio reino. Sólo los monumentos y construcciones históricas parecen ser testigos del pasado glorioso de Suburra.
En 2016 Stefano Sollima filmó un sobrecogedor testimonio titulado “Suburra” del que ya di debida cuenta en este mismo espacio. Y ahora, a través de Netflix, me llega una especie de secuela de aquella película en una serie de 24 episodios repartidos en tres temporadas. Y puedo asegurarles que si la película de Sollima era aterradora, la serie homónima que hoy reseño no se queda atrás.
Roma es, en la actualidad, una de las ciudades más caóticas y conflictivas, no sólo de Italia, sino del mundo. Dicen que Roma es ingobernable, incluso para un político bienintencionado. Nadie desea ser alcalde de Roma, por eso resulta tan difícil para cualquier partido encontrar un candidato. Ni siquiera la joven, honrada, combativa e insobornable Virginia Raggi pudo aspirar a un segundo mandato, siendo la enésima decepción para todos aquellos ciudadanos romanos que creyeron en ella y la votaron.
Y muy probablemente “Suburra” nos ayude a entender buena parte de las razones por las que la Ciudad Eterna -la urbe con la más alta concentración de bienes históricos y arquitectónicos del mundo- no consigue elevarse sobre sus propias ruinas ni abandonar las sombrías catacumbas que sirvieron de refugio a los primeros cristianos.
Porque la inconcebible historia que narra “Suburra” está basada en hechos reales e inspirada en una investigación iniciada en 2008 conocida como “Mafia Capitale”, originada por la venta irregular de unos terrenos en Ostia, una playa próxima a la ciudad y elegida por muchos romanos como lugar de vacaciones y recreo de fin de semana.
Y créanme, lo que verán estremece. Pues, mientras el ciudadano medio vive sumergido en sus problemas cotidianos, las cloacas del sistema extienden su pestilente aliento contaminando a todo lo que tocan.
Gobierno, Vaticano y diferentes asociaciones mafiosas se reparten sistemáticamente buena parte de los impuestos del contribuyente, que resulta ser finalmente el gran damnificado.
En este nausebundo conglomerado de intereses se libran soterradas batallas de poder en las que el crimen y el terror fluyen como sangrientos ríos por las ocultas arterias de la corrupción más despótica y repugnante.
Les aconsejo verla, aunque duela, porque siempre es preferible vivir bajo la hiriente luz de la realidad que en la oscura caverna de la ignorancia.
Emilio Castelló Barreneche
“El hombre no tiene peor enemigo que él mismo.” Cicerón
Suburra es un barrio de Roma. El más antiguo. Tan antiguo que vio nacer al mismísimo Julio César. Pero el que un día fuera el centro del poder político y la cuna de la aristocracia se fue transformando con el tiempo en un lugar deprimido y de mala fama al que mafiosos, criminales y delincuentes han convertido en su propio reino. Sólo los monumentos y construcciones históricas parecen ser testigos del pasado glorioso de Suburra.
En 2016 Stefano Sollima filmó un sobrecogedor testimonio titulado “Suburra” del que ya di debida cuenta en este mismo espacio. Y ahora, a través de Netflix, me llega una especie de secuela de aquella película en una serie de 24 episodios repartidos en tres temporadas. Y puedo asegurarles que si la película de Sollima era aterradora, la serie homónima que hoy reseño no se queda atrás.
Roma es, en la actualidad, una de las ciudades más caóticas y conflictivas, no sólo de Italia, sino del mundo. Dicen que Roma es ingobernable, incluso para un político bienintencionado. Nadie desea ser alcalde de Roma, por eso resulta tan difícil para cualquier partido encontrar un candidato. Ni siquiera la joven, honrada, combativa e insobornable Virginia Raggi pudo aspirar a un segundo mandato, siendo la enésima decepción para todos aquellos ciudadanos romanos que creyeron en ella y la votaron.
Y muy probablemente “Suburra” nos ayude a entender buena parte de las razones por las que la Ciudad Eterna -la urbe con la más alta concentración de bienes históricos y arquitectónicos del mundo- no consigue elevarse sobre sus propias ruinas ni abandonar las sombrías catacumbas que sirvieron de refugio a los primeros cristianos.
Porque la inconcebible historia que narra “Suburra” está basada en hechos reales e inspirada en una investigación iniciada en 2008 conocida como “Mafia Capitale”, originada por la venta irregular de unos terrenos en Ostia, una playa próxima a la ciudad y elegida por muchos romanos como lugar de vacaciones y recreo de fin de semana.
Y créanme, lo que verán estremece. Pues, mientras el ciudadano medio vive sumergido en sus problemas cotidianos, las cloacas del sistema extienden su pestilente aliento contaminando a todo lo que tocan.
Gobierno, Vaticano y diferentes asociaciones mafiosas se reparten sistemáticamente buena parte de los impuestos del contribuyente, que resulta ser finalmente el gran damnificado.
En este nausebundo conglomerado de intereses se libran soterradas batallas de poder en las que el crimen y el terror fluyen como sangrientos ríos por las ocultas arterias de la corrupción más despótica y repugnante.
Les aconsejo verla, aunque duela, porque siempre es preferible vivir bajo la hiriente luz de la realidad que en la oscura caverna de la ignorancia.
Emilio Castelló Barreneche