El único aspecto en el que destaca El mismo cielo es en el acierto de atrezzo a la hora de recrear la puesta en escena de Berlín en los años 70. Salvando esto, la serie en sí es un sufle que ni siquiera llega a hincharse. Compararla con otras series de espías como The Americans o Deutschland 83 solo sirve para mostrar sus carencias. En ningún momento la trama llega a enganchar como para que te queden ganas de ver un episodio tras otro y su carga política con personajes planos y estereotipados es tan evidente que roza casí el esperpento.

Miniserie de dos temporadas donde se aborda la aberración de la construcción del "Muro de Berlín", separando la ciudad dejando a un lado la parte de los aliados, ingleses, franceses y americanos; y la otra la que correspondió al otro vencedor de la Segunda Guerra Mundial, la Unión Soviética, proclamó la República Democrática Alemana en la parte de Alemania que le correspondió en el reparto, impidiendo la libre circulación de sus ciudadanos manteniéndolos bajo el yugo soviético, como hicieron con todas las naciones que quedaron al otro lado del telón de acero.

La serie muestra algunos de los aspectos de la vida en esa Alemania en comparación de la otra, siempre bajo los parámetros de la guerra fría y el espionaje entre ambas naciones hermanas. Así observamos la persecución de la homosexualidad, que no sólo se produjo, por otra parte, al otro lado del telón de acero, la separación de familias a uno y otro lado, fijándose en concreto en la familia del Romeo infiltrado, donde su madre y su hermana gemela pasaron a la Alemania libre y su padre y él permanecieron en la Democrática, curioso nombre, porque de democracia nada, yugo soviético; la cantidad de ciudadanos del Este que pretendían huir y volver a la Europa libre a riesgo de sus vidas, y otro de los temas que les caracteriza para destacar sobre el resto, como el obligar a sus deportistas a tomar sustancias prohibidas que mejoraran su rendimiento, lo que hoy denominamos "doping" y que se realiza en todos los países, pero que allí estaba generalizado y que era propiciado por el propio Estado.

El "Muro de Berlín" separaba la Europa libre de la soviética, la libertad de la dictadura comunista, tan lejos tan cerca pasando el muro para los que no gozaban de la misma, y todo bajo el mismo cielo.

A la espera de la segunda temporada para su resolución, y contando con un gran ambientación y con la presencia en los papeles principales de Sofía Helin, la recordada Saga de la serie escandinava "Bron/Broen", con Friederike Becht y Tom Schilling, el Romeo infiltrado, en una miniserie muy cuidada y excelente.

Notable, 7.

Si no fuese por la serie Deutschland 83, habría tenido su momento, pero es que ni se le acerca en calidad a esta joyita. Hay mucho que contar de esa época y situación política, pero no en este caso. Es que ya vi Deutschland 83, y "La vida de los otros (2006)" , ese es el problema. Correcta serie, no muy entretenida, demasiado previsible y muy carente de la tensión de las anteriores mencionadas (sí, ya, una de ella no es una serie). Quizás mejore con el pasar de los episodios y el desarrollo de la trama. Pero cuando esa mejoría no se percibe en los tres primeros episodios, mala cosa. Y tiene un buen reparto para hacerlo.

La vida diaria y las contradicciones de la sociedad alemana dividida por el Muro de Berlín son la base de los seis episodios de EL MISMO CIELO, un recomendable panorama de los diferentes modos de vida, las ansias de libertad, el obsoleto régimen del Este, las artes del espionaje… en los años setenta. Se ve muy bien y hasta sabe a poco.
J.L. Sánchez Noriega

Esto es una crítica a la burda manipulación de la serie poniendo al antiguo país del Este, la República Democrática Alemana, como monstruosos, por estar del lado soviético defendiendo el Socialismo verdadero.
Aunque claro, algo normal estando la serie creada por la corrupta sociedad actual, capitalista-neoliberal, adoradora del dinero sobre todo, potenciando el individualismo para su mejor esclavismo, destrucción y manipulación.