Los indeseables
6,1
1 097
Drama
Tras la repentina muerte del alcalde de la ciudad, Pierre, un joven médico idealista, es nombrado para sustituirle. Pretende continuar la política de su predecesor, que soñaba con rehabilitar el barrio obrero del que procedía. Por otro lado, Haby, una joven francesa de origen maliense que vive en uno de sus bloques de pisos en ruinas, se niega a que su familia sea expulsada de ese empobrecido barrio de los suburbios donde creció.
4 de octubre de 2023
4 de octubre de 2023
17 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
El segundo trabajo en solitario como director de Ladj Ly titulado "Los indeseables", después de la sorprendente "Los miserables", es una historia que se desarrolla en una zona en donde viven mucha gente de clase social baja en unos pisos pequeños, en una localización de rodaje que parece la misma que la de su anterior película.
Está claro que Ladj Ly sabe filmar escenas de acción, y no me extrañaría nada que dentro de unos años esté trabajando en Hollywood, pero el problema de esta película es lo que en su anterior trabajo era novedoso, en este caso ya no sorprende.
Para llegar a esos momentos tan interesantes nos tiene que desarrollar una trama central y varias paralelas, en donde quiere hacer una crítica a las instituciones políticas pero se queda a medias y lo mismo en el caso de los ciudadanos migrantes.
Además se excede en muchas escenas de manera innecesaria, y no termina de ser valiente a la hora de contar las cosas, en un discurso a veces peligroso (que ya estaba presente en su anterior trabajo). Tampoco desarrolla bien las historias, ya que en el fondo lo que le interesa es que estén ahí para poder llegar a esas escenas tan buenas como la que se desarrolla en el interior de un edificio en llamas, y que funcionan muy bien como escenas aisladas.
LO MEJOR: Cómo está filmada la escena en el interior del edificio.
LO PEOR: El guion. Algunos excesos innecesarios.
Está claro que Ladj Ly sabe filmar escenas de acción, y no me extrañaría nada que dentro de unos años esté trabajando en Hollywood, pero el problema de esta película es lo que en su anterior trabajo era novedoso, en este caso ya no sorprende.
Para llegar a esos momentos tan interesantes nos tiene que desarrollar una trama central y varias paralelas, en donde quiere hacer una crítica a las instituciones políticas pero se queda a medias y lo mismo en el caso de los ciudadanos migrantes.
Además se excede en muchas escenas de manera innecesaria, y no termina de ser valiente a la hora de contar las cosas, en un discurso a veces peligroso (que ya estaba presente en su anterior trabajo). Tampoco desarrolla bien las historias, ya que en el fondo lo que le interesa es que estén ahí para poder llegar a esas escenas tan buenas como la que se desarrolla en el interior de un edificio en llamas, y que funcionan muy bien como escenas aisladas.
LO MEJOR: Cómo está filmada la escena en el interior del edificio.
LO PEOR: El guion. Algunos excesos innecesarios.
21 de junio de 2024
21 de junio de 2024
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
En la línea de su primer largometraje de ficción, "Los miserables", o la posterior "Atenea", la cual coescribió, Ladj Ly regresa con un drama social que, como el derrumbe que se produce al inicio, muestra una serie de temas de extrema relevancia, pero levanta toda una polvareda que desgasta al conjunto.
"Los indeseables" indaga sobre el derecho a una vivienda digna, los desahucios forzados y la marginación de ciertos miembros de la sociedad. A través de diversos y opuestos personajes, se sigue a las víctimas y a los verdugos, aquellos sujetos –políticos– que manejan el poder en sus manos desde el egoísmo y la búsqueda de intereses propios. Con todo esto, el realizador francés vuelve a apuntar a un problema sistemático, con más de un culpable y más de un corrupto. Aquí, de todas maneras, su posicionamiento respecto a los asuntos abordados deja atrás los grises de Los miserables y se marca claramente.
La película despunta en los momentos de tensión fruto de las injusticias y la incertidumbre de los personajes. En esos, la mirada del director se hace más certera y se articula, de forma palpable, desde una impotencia que acaba subrayándolo todo en exceso. Lejos de su maravillosa ópera prima, cabe destacar la firme convicción que Ladj Ly mantiene sobre el cine como un arma de denuncia feroz. Si bien no tan sutil como el igualmente concienciado cine de los Dardenne y más manipuladora y artificiosa que su predecesora, "Los indeseables" se desinfla en sus altibajos. Queda, así, una obra necesaria en su fondo, pero falta de brillo en su forma.
www.contraste.info
"Los indeseables" indaga sobre el derecho a una vivienda digna, los desahucios forzados y la marginación de ciertos miembros de la sociedad. A través de diversos y opuestos personajes, se sigue a las víctimas y a los verdugos, aquellos sujetos –políticos– que manejan el poder en sus manos desde el egoísmo y la búsqueda de intereses propios. Con todo esto, el realizador francés vuelve a apuntar a un problema sistemático, con más de un culpable y más de un corrupto. Aquí, de todas maneras, su posicionamiento respecto a los asuntos abordados deja atrás los grises de Los miserables y se marca claramente.
La película despunta en los momentos de tensión fruto de las injusticias y la incertidumbre de los personajes. En esos, la mirada del director se hace más certera y se articula, de forma palpable, desde una impotencia que acaba subrayándolo todo en exceso. Lejos de su maravillosa ópera prima, cabe destacar la firme convicción que Ladj Ly mantiene sobre el cine como un arma de denuncia feroz. Si bien no tan sutil como el igualmente concienciado cine de los Dardenne y más manipuladora y artificiosa que su predecesora, "Los indeseables" se desinfla en sus altibajos. Queda, así, una obra necesaria en su fondo, pero falta de brillo en su forma.
www.contraste.info
16 de octubre de 2023
16 de octubre de 2023
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nuevo film de Ladj Ly, que tras su éxito con "Los miserables", cinta que en su día nos descolocó a todos un poco, trata de seguir sus pasos en cuanto a filosofía, ética, moral y dignidad, pero creo que, lamentablemente no lo consigue, al menos en su totalidad.
La peli está bien en sí, es digna y honesta, amén de entretenida, pero creo que en esta ocasión todo queda por debajo de las expectativas que la primera parte de la cinta nos ofrece. Se podría decir aquello de "mucho ruido y pocas nueces", al menos en cuanto que al espectador se le prepara, en vano, para algo finalmente espectacular y explosivo, y luego todo queda diluido, light incluso.
El argumento es interesante y los intérpretes están entonados, pero el guion no es demasiado bueno y muchas situaciones y algunos personajes quedan deslucidos.
Se pasa el rato y te mantiene en alerta, pero creo que al final no convence.
Podría haber sido mejor.
https://filmsencajatonta.blogspot.com/
La peli está bien en sí, es digna y honesta, amén de entretenida, pero creo que en esta ocasión todo queda por debajo de las expectativas que la primera parte de la cinta nos ofrece. Se podría decir aquello de "mucho ruido y pocas nueces", al menos en cuanto que al espectador se le prepara, en vano, para algo finalmente espectacular y explosivo, y luego todo queda diluido, light incluso.
El argumento es interesante y los intérpretes están entonados, pero el guion no es demasiado bueno y muchas situaciones y algunos personajes quedan deslucidos.
Se pasa el rato y te mantiene en alerta, pero creo que al final no convence.
Podría haber sido mejor.
https://filmsencajatonta.blogspot.com/
20 de junio de 2024
20 de junio de 2024
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ladj Ly, es un director muy comprometido con los dramas sociales, ha realizado documentales sobres los barrios marginales y realizo en 2019 la multipremiada "Los miserables" (No confundir con el musical), para su segundo largo "Los indeseables" regresa a su barrio natal en Montfermeil, para contarnos otra historia desoladora.
La primera escena del film vemos como con mucho esfuerzo bajan por las escaleras un féretro de una persona fallecida de origen árabe, rápidamente vemos en las condiciones que se encuentra el inmueble donde el ascensor no funciona y todo está en el más absoluto abandono. La segunda escena es el derribo de un bloque de estos con la presencia del alcalde, este sufre un ataque al corazón y muere. Le sustituirá Pierre, un pediatra que comenzara a hacer reformas que no gustan nada a los que viven alli...
Una realidad dolorosa, rodada con mucho brío como si fuera un documental y basándose en situaciones reales. El guion es de Ladj Ly y Giordano Gederlini donde veremos toda esta problemática que está ocurriendo en muchas ciudades. Según el director, rodará una tercera para componer una trilogía.
Este tipo de films que nos muestra claramente las fracturas sociales y los graves problemas de la vivienda, el trabajo, la delincuencia en estos guetos que se crean en los suburbios por parte de la población extranjera son motivos de debate y de difícil solución.
Una historia que consigue conmoverte, bien realizada y con actores muy solventes, pudo verse en el pasado Festival de San Sebastián y ahora está en cines.
Destino Arrakis.com
La primera escena del film vemos como con mucho esfuerzo bajan por las escaleras un féretro de una persona fallecida de origen árabe, rápidamente vemos en las condiciones que se encuentra el inmueble donde el ascensor no funciona y todo está en el más absoluto abandono. La segunda escena es el derribo de un bloque de estos con la presencia del alcalde, este sufre un ataque al corazón y muere. Le sustituirá Pierre, un pediatra que comenzara a hacer reformas que no gustan nada a los que viven alli...
Una realidad dolorosa, rodada con mucho brío como si fuera un documental y basándose en situaciones reales. El guion es de Ladj Ly y Giordano Gederlini donde veremos toda esta problemática que está ocurriendo en muchas ciudades. Según el director, rodará una tercera para componer una trilogía.
Este tipo de films que nos muestra claramente las fracturas sociales y los graves problemas de la vivienda, el trabajo, la delincuencia en estos guetos que se crean en los suburbios por parte de la población extranjera son motivos de debate y de difícil solución.
Una historia que consigue conmoverte, bien realizada y con actores muy solventes, pudo verse en el pasado Festival de San Sebastián y ahora está en cines.
Destino Arrakis.com
22 de junio de 2024
22 de junio de 2024
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Idea motriz. Los franceses hijos e hijas de emigrantes africanos, que son primera, segunda o tercera generación, son marginados y sobreviven en barrios degradados. La manera de combatir la situación no es con la rabia que genera la violencia del estado, sino la lucha política de esos franceses de origen africano que pueden convertirse en alcaldes o alcaldesas de los municipios en los que viven.
Como es llevada al cine. Con claroscuros. La descripción del barrio y de su gente es poderosa. La primera escena es estremecedora. La bajada de un féretro por una escalera sucia, estrecha, en donde el ascensor no funciona desde hace años, es la metáfora de lo que supone vivir en esos barrios en donde la refugiada siria lo resume en "aquí no viven franceses". La vulnerabilidad no se circunscribe a su existencia, sino que permanece tras su muerte, el féretro puede caer en cualquier momento, en los giros en los descansillos, y hacer que el cadáver ruede por la sucia escalera o caiga por su hueco. La cámara, que viaja en un dron, muestra un barrio de fachadas grises, con desconchones, edificios cercanos a la ruina, llenos de abandono, y en medio, un edificio blanco en un barrio de negros, una llamativa contradicción, pues tras su estética moderna se encuentran apartamentos de dos habitaciones no adaptados a familias numerosas y extensas. Por el contrario los refugiados sirios, las decisiones del nuevo alcalde, su relación con la dirección del partido al que pertenece, carece de esa fuerza narrativa.
Lo mejor de la película. La escena de la bajada de la abuela muerta, las quejas de su hija que siente como sus vidas en Francia han sido infelices, vulnerables, marginales, descartables. El desalojo del edificio es una serie de escenas con una enorme fuerza narrativa ¿Qué elegir cuando la policía te da cinco minutos para recoger lo más imprescindibles?, ¿los valiosos "papeles"?, ¿la nevera aún por pagar?, ¿los peluches, los coches de juguete pisoteados por los agentes del orden?. El vuelo de los colchones tirados por las ventanas, los cabeceros de la cama, las silla, los sofás bajando por la decrépita fachada, oscilantes, sostenidos por cuerdas, a punto de romperse, tiras de sábanas anudadas. Una imagen que simboliza el intento de mantener el arraigo y el apego en la devastación, en un mundo que se desmorona. Escenas desoladoras en donde las fuerzas policiales ejercen la violencia del estado de una manera feroz y descarnada.
Lo peor de la película. Los caracteres de los personajes principales adolecen de profundidad. El alcalde que ejerce una violencia política despiadada, vengativa, tiene una actitud gestual y verbal casi dulce. Se mueve en la contradicción de su amor por su familia, su temor a los dirigentes de su partido y el desprecio con los desposeídos. Esas contradicciones no se transmiten con emoción y por ello resulta un personaje anodino. Creo que quiere reflejar como los cuadros intermedios de partidos de derecha o extrema derecha no son racistas declarados como sí lo son sus dirigentes, sino gente de orden, a los que molesta la presencia de franceses de origen africano de bajo poder adquisitivo. Hace todo lo que está en su mano para lograr que esos "no franceses con nacionalidad francesa" no estén en su cercanía, que reacciona ante la rabia de esos no-auténticos-franceses abandonados por el estado con la violencia policial. Cargos políticos que Interpretan y ejecutan leyes y procedimientos de una manera despiadada, apelando a la igualdad en deberes, aprovechando oportunidades para ahondar su marginación y lograr su expulsión del entorno de los verdaderamente franceses.
Conclusión. Una película con una enorme fuerza en la descripción del suburbio en donde se desarrolla la acción. Los personajes secundarios realzan esa marginalidad, el deterioro, la incomprensión. Los caracteres de los políticos que tienen el sueño de una Francia en la que solo habiten los auténticos franceses, de rancio abolengo, cristianos viejos, quedan algo desdibujados, ambiguos, caricaturas de sí mismos. La protagonista femenina, Anta Diaw destaca no solo por su magnífica interpretación, sino por la esperanza y dignidad que transmite. Una mujer que ante la malintencionada pregunta de ¿Quién es? responde que una mujer francesa del siglo XXI, no una emigrante, una francesa negra, de origen africano, que quiere un mundo mejor para ella, para su barrio y para su país, Francia.
Como es llevada al cine. Con claroscuros. La descripción del barrio y de su gente es poderosa. La primera escena es estremecedora. La bajada de un féretro por una escalera sucia, estrecha, en donde el ascensor no funciona desde hace años, es la metáfora de lo que supone vivir en esos barrios en donde la refugiada siria lo resume en "aquí no viven franceses". La vulnerabilidad no se circunscribe a su existencia, sino que permanece tras su muerte, el féretro puede caer en cualquier momento, en los giros en los descansillos, y hacer que el cadáver ruede por la sucia escalera o caiga por su hueco. La cámara, que viaja en un dron, muestra un barrio de fachadas grises, con desconchones, edificios cercanos a la ruina, llenos de abandono, y en medio, un edificio blanco en un barrio de negros, una llamativa contradicción, pues tras su estética moderna se encuentran apartamentos de dos habitaciones no adaptados a familias numerosas y extensas. Por el contrario los refugiados sirios, las decisiones del nuevo alcalde, su relación con la dirección del partido al que pertenece, carece de esa fuerza narrativa.
Lo mejor de la película. La escena de la bajada de la abuela muerta, las quejas de su hija que siente como sus vidas en Francia han sido infelices, vulnerables, marginales, descartables. El desalojo del edificio es una serie de escenas con una enorme fuerza narrativa ¿Qué elegir cuando la policía te da cinco minutos para recoger lo más imprescindibles?, ¿los valiosos "papeles"?, ¿la nevera aún por pagar?, ¿los peluches, los coches de juguete pisoteados por los agentes del orden?. El vuelo de los colchones tirados por las ventanas, los cabeceros de la cama, las silla, los sofás bajando por la decrépita fachada, oscilantes, sostenidos por cuerdas, a punto de romperse, tiras de sábanas anudadas. Una imagen que simboliza el intento de mantener el arraigo y el apego en la devastación, en un mundo que se desmorona. Escenas desoladoras en donde las fuerzas policiales ejercen la violencia del estado de una manera feroz y descarnada.
Lo peor de la película. Los caracteres de los personajes principales adolecen de profundidad. El alcalde que ejerce una violencia política despiadada, vengativa, tiene una actitud gestual y verbal casi dulce. Se mueve en la contradicción de su amor por su familia, su temor a los dirigentes de su partido y el desprecio con los desposeídos. Esas contradicciones no se transmiten con emoción y por ello resulta un personaje anodino. Creo que quiere reflejar como los cuadros intermedios de partidos de derecha o extrema derecha no son racistas declarados como sí lo son sus dirigentes, sino gente de orden, a los que molesta la presencia de franceses de origen africano de bajo poder adquisitivo. Hace todo lo que está en su mano para lograr que esos "no franceses con nacionalidad francesa" no estén en su cercanía, que reacciona ante la rabia de esos no-auténticos-franceses abandonados por el estado con la violencia policial. Cargos políticos que Interpretan y ejecutan leyes y procedimientos de una manera despiadada, apelando a la igualdad en deberes, aprovechando oportunidades para ahondar su marginación y lograr su expulsión del entorno de los verdaderamente franceses.
Conclusión. Una película con una enorme fuerza en la descripción del suburbio en donde se desarrolla la acción. Los personajes secundarios realzan esa marginalidad, el deterioro, la incomprensión. Los caracteres de los políticos que tienen el sueño de una Francia en la que solo habiten los auténticos franceses, de rancio abolengo, cristianos viejos, quedan algo desdibujados, ambiguos, caricaturas de sí mismos. La protagonista femenina, Anta Diaw destaca no solo por su magnífica interpretación, sino por la esperanza y dignidad que transmite. Una mujer que ante la malintencionada pregunta de ¿Quién es? responde que una mujer francesa del siglo XXI, no una emigrante, una francesa negra, de origen africano, que quiere un mundo mejor para ella, para su barrio y para su país, Francia.
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