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En la mente de un asesino serial

Terror. Thriller La curadora de un museo local que se está metiendo de nuevo en el mundo de las citas es el objetivo de un encantador asesino en serie. Cuando una fatídica escapada romántica entre los dos se convierte en un tenso juego del gato y el ratón, ambos deben enfrentarse a la locura que llevan dentro.
Críticas 4
Críticas ordenadas por utilidad
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1
13 de octubre de 2022
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desgraciadamente hoy en Sitges no ha ido bien la cosa.

Esta película ha comenzado muy bien, con aires retro y fotografía majestuosa en el primer acto, todo se ha venido a pique en el segundo, en el cual, y presumimos que debido a la audición de un vinilo de un grupo llamado LSD (es la única explicación que encontramos), los dos protagonistas comienzan a delirar durante unos interminables 30 minutos de película en los cuales el protagonista tiene unas alucinaciones tan aburridas que derivan hasta el infierno de los pobres espectadores, más que en ellos mismos.

Coñazo total y tomadura de pelo.
mel
4
8 de enero de 2023 2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace poco vi un vídeo recopilando películas de terror extrañas y que se salen de la norma general y aparecía esta "A Wounded Fawn", la cual captó bastante mi atención.

La historia se centra en un asesino en serie que se dedica a encandilar mujeres para luego acabar con sus vidas. Un día conoce a Meredith, a quien invita a una cabaña en medio de un bosque para convertirla en su siguiente víctima, pero las cosas no salen como él esperaba. De entrada no es un argumento original, pero la historia se guarda un background casi onírico y lleno de simbolismos que, pese a que a veces resulta un poco tosco y "de baratillo", es el rasgo más distintivo de la cinta. Y aún con sus buenas intenciones, no convencen las metáforas y el mensaje que trata de hacernos llegar sobre la semilla de la violencia y el castigo contra, se podría decir, los pecadores.

Ante todo, hay que aclarar que se nota que la película no cuenta con grandes presupuestos, pero aún así maneja con cierta soltura lo poco de lo que dispone. La historia está dividida en dos actos, el primero de ellos para presentarnos los personajes y poner en situación la trama, dándonos a conocer sus personalidades, así como motivaciones y demás. El segundo acto se inicia después del giro de guion con el que cuenta la película allá por la mitad, y es en este donde recae todo el peso del misticismo y la psicodelia con la que cuenta la historia. No es una película fácil de ver, y mucho menos es para todos los públicos. Mucha gente la catalogaría de rara o sin sentido, y quizá en parte tengan razón, pero si la ves con la mente abierta seguro que algo bueno consigues sacarle.

Uno de los puntos fuertes que tiene la película es esa ambientación y fotografías que recuerdan a los Giallo de los 70 y 80 que tanto marcaron un punto en la historia del cine de género. Los efectos especiales también parecen homenajear a los de aquella época, con el uso de rojos muy intensos tan característicos de dicho subgénero.

En cuanto a las actuaciones, hay momentos en los que los protagonistas parece lucirse y cumplir su papel con creces, pero en otras situaciones resultan forzados, exagerados y poco creíbles.

En definitiva, película diferente sin duda y que merece la pena ver simplemente por lo arriesgada y peculiar que es, pese a que finalmente se quede en un conjunto de buenas intenciones que no terminan de llegar a buen puerto.
6
6 de noviembre de 2023 1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bien, sigamos con las rarezas…

Nos enfrentamos a una cinta de las progresivas, de esas que parecen algo y luego cambian de registro, o más bien de las que empiezan genial y luego se desinflan. La propuesta de Travis Stevens, al menos, está claramente diferenciada en dos actos para hacer saber al espectador que va a ver una obra dual. Son dos películas distintas en la forma y el contenido, unidas por un hilo argumental muy delgado.

La primera parte, o primer acto, es un estupendo ejercicio de tensión y terror psicológico, donde se nos presenta un individuo (Josh Ruben) de aparente poder adquisitivo que resulta ser un asesino en serie, actuando bajo la influencia de una extraña criatura con forma de búho de dos metros (¿?). Por otro lado, tenemos a una experta perita en objetos de museo (Sarah Lind) que prueba suerte en una red social de citas, y va a dar precisamente con el trastornado ese… y hasta aquí todo normal, la historia y la forma de narrarla engancha, la ambientación es la adecuada y la tensión que desprende el relato resulta agradablemente opresiva.

Pero viene la segunda parte, o segundo acto, y todo se transforma. Stevens coge el hilo argumental anterior y lo hace un ovillo, le da la vuelta, lo retuerce y mil cosas más, para presentarnos una pesadilla surrealista, donde campan imágenes inquietantes y frases incongruentes que intentan evocar lo ya presentado en el primer acto. El protagonista, el asesino, vive una experiencia traumática mezclando la realidad y el producto de su imaginación, conformando un cuadro visual potente pero carente de todo sentido del ritmo y de la coherencia. Un lío, vamos.

Cabe destacar las actuaciones de la pareja protagonista, Josh Ruben y Sarah Lind, el primero por su inquietante frialdad asesina, y la segunda por su credibilidad como víctima.

El hecho de haber sido finalista a mejor película en el festival de Sitges 2022 demuestra la originalidad de la propuesta, eso es innegable, pero para el gran público tanta originalidad a veces no llega a convencer. El cine, como arte que es, debe reinventarse y buscar formas de expresión que conecten con los espectadores.

Quizás ese ha sido mi problema, esta vez perdí la conexión.
6
18 de mayo de 2025 Sé el primero en valorar esta crítica
Producción de Shudder. Cuenta la historia de un asesino serial de mujeres por medio de una propuesta en la que prima la búsqueda estética.

Por Nicolás Bianchi

Dirigida por Travis Stevens, este relato de terror comienza con una inquietante escena que retrata una subasta. En ella, distintos personajes pujan por una pequeña escultura griega de las tres Erinias, divinidades femeninas asociadas a la venganza. Un breve relato sobre las características de Alecto, Tisífone y Megara, lo personajes en cuestión, ofrecido por el martillero adelanta lo que puede suceder en A wounded fawn.

Con respecto a esto último, desde un principio queda claro que aquí no es tan importante el qué sino el cómo. En este sentido, la cámara de Stevens busca planos que cuenten de una manera que privilegia la estética. Además, aplica un filtro que hace que el film luzca con una textura vintage y más vívido que lo que es posible lograr habitualmente con las herramientas digitales actuales.

En la introducción, Bruce (Josh Ruben) se apersona en la casa de Kate (Malin Barr) para realizar una oferta por la escultura mencionada. Ambos son representantes de clientes que han ofrecido una suma de dinero considerable por esta pieza, pero finalmente Kate ha ganado. Entonces, Bruce presenta una oferta superadora que permite que todos ganen más.

Está claro desde el momento cero que esto no es un thriller sino una película de terror sobre un asesino serial, por lo que la escena se resuelve rápidamente. Después, la película cuenta con dos actos más (que formalmente serían el segundo y el tercero). En el primero de ellos, Bruce, que cuenta con buenas armas de seducción, se dirige junto a Meredith (Sarah Lind) a una cabaña en el bosque para pasar un fin de semana romántico. Es una pareja que recién se conoce.

La película mantiene su búsqueda estética en todo momento. Tanto en los interiores como en el bosque que rodea a la cabaña las escenas se presentan de una manera cuidada y artística. Ahora bien, la trama y lo que se propone narrativamente no sostienen del todo bien tanto despliegue visual. En definitiva, A wounded fawn es una película sobre un femicida serial que se ve muy bien pero que no dice nada sobre ningún tema.

Además, las referencias artísticas ya mencionadas spoilean de una manera burda lo que va a suceder en el desenlace del film. Solo queda ver cómo lo presenta Stevens. O sea, aquí lo único relevante es la forma, que, cabe reiterar, está muy bien lograda. A wounded fawn es un ejercicio interesante, disfrutable y lindo de ver. Pero resulta un tanto vacío.

Está en Amazon Prime Video. Contacto: [email protected]
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