Rodada con escasos medios: un par de almacenes, una oficina con unos monitores y un par de coches; con eso llega y sobra, si se completa con unos diálogos divertidos y unos trabajos decentes, casi todo rodado por parejas, de manera que Aceres y Valls son los maderos de vigilancia, Castro y Torrebejano controlando desde oficina de comisaría y los "sicarios malotes", Acosta y Banana,

Agilidad y buen ritmo, aún siendo casi todo diálogos, y aunque sea un remake (como no, si se hace algo superior a la media de la típica comedia chorra ibérica, es raro que no sea un remake), me ha sorprendido y agradado mucho más de lo que me esperaba.

Confieso que no soy asiduo a las comedias españolas, y bueno, al ver que solo son seis capítulos y duran alrededor de 20 minutos, le dimos una oportunidad, y me comencé a sonreír y en ocasiones reír desde su comienzo. Me vais a machacar, pero puede que si hubiera visto que el director, Sopeña, es habitual de "dirigir" a José Mota, quizás no hubiera existido esa opción.

Muy divertida, me sorprendió desde el inicio, con una aparición de Goyo González con bastante sentido si habéis visto sus monólogos, normalmente centrados en los americanos.

Puntazos con mala leche, y como digo en el título, el absurdo sin sentido llevado con mordacidad e inteligencia, recomendable si no te van las comedias típicas de enredos, caídas, malentendidos y lo de siempre, y si te engancha, son poco más de dos horas, ideal para estos días fríos y con bastantes festivos.

Como detalle, comento que es muuuuuuy difícil que una comedia española me saque la sonrisa, y mucho menos la risa, quizás sea por el tipo de humor, a saber, ya se irá viendo según críticas y votaciones (juro por las bolas del dragón que no había bebido nada cuando la vi) qué tipo de humor le va a cada uno/a (¿muerte o parca?). En este caso, perdonad el palabro, es la "hijoputez con cariño", sobre todo entre la pareja Aceres/Valls.

Nota: Al final del último capítulo hay tomas falsas, así sigues sonriendo un ratito más.


Wolf.

Como muchas críticas profesionales dicen, es una serie divertida pero en la que no pasa absolutamente nada. Es una serie corta, fácil de ver y que sabe hacer una comedia inteligente a la par que absurda a veces. Pero en cuanto a trama central, no ocurre nada, se basa en las relaciones de parejas de personas en un sitio concreto.

Al final la serie se sustenta de las situaciones que se generan dentro del almacén con Acosta y Banana, dentro del coche con Areces y Valls y en la comisaría con Torrebejano y Castro. Para mí, lo mejor sin duda es el dúo que forman Omar y Toni.

No es una serie que se haya currado una historia, porque definitivamente no la hay, pero su corta duración y sus ganas de hacer reír, hace que sea una serie divertida de ver y más si contamos con la aparición de grandes cómicos como Goyo Jiménez o Miguel Maldonado.

Como espectador, hay muchas variantes que te pueden atrapar a la hora de ver una película o serie. Algunas veces es el realizador, otras el argumento, pero muchas veces te dejas “engañar” por el reparto. Es lo que suele pasar con las producciones españolas que, a falta de grandes medios, suelen tirar de nombres o personajes conocidos para poder triunfar. Así, al ver entre otros a Vals y a Areces metidos en esto me animé a perder el tiempo con ‘Sin Novedad’.

La serie arranca con dos policías aburridos en un coche en una misión de vigilancia y basándose en las conversaciones que tienen entre ellos y sus llamadas con la central mientras esperan a que algo importante suceda.

El problema es que la premisa no aguanta ni tres episodios. A pesar de que en el primero hay un golpe de gracia al final que funciona bastante bien, la serie comienza pronto a caminar sin rumbo fijo y a desaprovechar a sus dos protagonistas. Vive de golpes de humor muy sueltos porque en cuanto a la trama, ‘Sin novedad’ hace honor al título y no pasa absolutamente nada.

Lo mejor que tiene es la duración de episodios, son veinte minutos que se llevan bien, pero que se antojan excesivos si uno ve todo lo que ha pasado en el capítulo.

Muy floja.

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Lo mejor que pudo pasarle a este despropósito es que nadie se acuerde de ella, ni el efecto llamada de rostros reconocidos de la comedia pueden salvar una mierda del tamaño de un camión, si en el primer capitulo te clavan diez minutos a dos policías conversando gilipolleces dentro de un coche patrulla lo mínimo es que los diálogos tengan algo de gracia o algún otro potencial que no te haga darle a stop y salir por patas. Lo de Arturo Valls como actor es de comisaria (nunca mejor dicho), las actuaciones son de -venga, terminemos pronto que me esperan en casa-, ni tan siquiera Aceres haciendo lo que sabe hacer Aceres puede arrancarnos una mueca de la cara. Tendré que ver la australiana en la que esta basada, porque esto parece un "cámara café cuñado" o un "office de mercadillo" por lo menos echarle ganas, currarse un poco los diálogos, que tan siquiera se pueda justificar esos breves 6 capítulos como un intento fallido de algo.

El guionista cómico y colaborador habitual de Jose Mota, Rodrigo Sopeña, es el responsable de dirigir "Sin novedad", adaptación española de la exitosa serie cómica australiana "Sin novedad".

"Sin novedad" es una serie sencilla y fresca que recupera ese humor con gags y chistes, como ya hicieron "La tira", "Camera café" y "Qué vida más triste". Con solo una situación, dos personajes y un diálogo divertido, consigue hacerte reír en cada escena.

Los dúos cómicos formados son muy acertados. Empezando por Arturo Valls y Carlos Areces, una pareja policial de lo más peculiar. Pilar Castro y Adriana Torrebejano comentan la jugada desde la oficina. Y Toni Acosta y Omar Banana completan el trío de parejas en el papel de la extraña pareja de sicarios. Las tres parejas compiten por quién tiene la conversación más absurda.

La verdad, me gustan mucho estas series ligeras, te hacen reírte del absurdo de la vida cotidiana con buenos chistes. Una lástima que sea tan breve.