Los que anhelaban la vuelta de Cranston (esta vez con pelo) a una serie televisiva pueden estar de enhorabuena. El actor no defrauda. Los que esperaban algo parecido a "Breaking Bad" se darán cuenta que esta miniserie está a años luz y que tras un primer capitulo brillante y más que prometedor, la cosa acaba bifurcándose en meandros y subtramas muy forzados que la van haciendo desinflarse y alargarse innecesariamente en busca de un "arreón" final que a mí personalmente no me compensa.

Cranston, que también produce se hace omnipresente sacando adelante como puede y a base de talento actoral algunas situaciones poco defendibles desde un mínimo de credibilidad, le acompañan en el empeño un elenco de buenos actores  a los que los guionistas mantienen siempre un paso por detrás de Cranston para no hacerle sombra. A falta de Heisenberg bueno es Desiato.

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