Oasis

El célebre quinteto de Manchester saltó a la fama en 1994 y acabó alzándose como una de las bandas británicas más aclamadas de aquella década. No es de extrañar, teniendo en cuenta el talento y el carisma de los hermanos Gallagher, un tándem no siempre bien avenido en lo personal que, sin embargo, resultó muy fructífero en el terreno artístico. Noel (1967), un auténtico titán de la composición, digiriendo influencias que, más allá de tótems como The Beatles o The Rolling Stones, se extienden a otros clásicos del pop rock británico como The Stone Roses, The Smiths, The Who o The Jam. Y Liam (1972), con su personalísima voz, su actitud punk dentro y fuera de los escenarios y su pose de estrella hooliganesca, en eterna disputa con su hermano por el papel de líder. Himnos como “Wonderwall” o “Don’t Look Back In Anger” sin duda contribuyeron al encumbramiento de Oasis, un ascenso que resultó realmente fulminante: desde la publicación del genial “Supersonic” en la primavera de 1994 hasta el éxito de “Champagne Supernova” en mayo de 1996 solo pasaron dos años que dejarían huella. (What’s the Story) Morning Glory?(2006) quedará para la posteridad como su principal hito, un álbum de factura impecable en el que convergieron la escena independiente y el mainstream y que haría del britpop uno de los signos identitarios de la época.