Un gol histórico en 1996 pone a David en la vía rápida hacia la fama. Los grandes desembolsos y los acuerdos con marcas alimentan su popularidad y atraen a una Spice Girl.
Tras el Mundial del 98, David se enfrenta a la depresión, las amenazas de muerte y el acoso nacional. Victoria y él dan la bienvenida a su primer hijo, Brooklyn.
Mientras David lidia con la vida familiar en el candelero, crecen las fricciones entre él y Sir Alex Ferguson. Más tarde, intenta encontrar su lugar en el Real Madrid.