Es un retrato de Joaquín Sabina sin bombín, hecho a muy pocos centímetros de su piel, con nocturnidad y alevosía, por su amigo, el cineasta Fernando León de Aranoa.Es un retrato de Joaquín Sabina sin bombín, hecho a muy pocos centímetros de su piel, con nocturnidad y alevosía, por su amigo, el cineasta Fernando León de Aranoa.Es un retrato de Joaquín Sabina sin bombín, hecho a muy pocos centímetros de su piel, con nocturnidad y alevosía, por su amigo, el cineasta Fernando León de Aranoa.